La ministra de Derechos Humanos, Ana Pineda, condenó la actuación de los jerarcas policiales que autorizaron la salida de los policías implicados en la muerte de dos universitarios. Exige que la depuración policial inicie, pero desde la cúpula.
La funcionaria manifestó que “la Policía es la institución creada en nuestro país para conservar el orden público, para atender la prevención y el control del delito, sencillamente; que sea la que produzca el delito en nuestro país, es inaudito, no tiene explicación, no pasa en ningún lugar del mundo que sea la propia Policía la que incremente los índices de violencia”.
A juicio de Pineda, detrás de una persona que atiende una acción material posiblemente está un autor intelectual, y en este caso en particular no se deben buscar los posibles autores materiales del hecho, sino que hay que ver si estos actuaron en el cumplimiento de la autoría intelectual, y si hay una oficialidad intelectual hay que identificarla con nombre y proceder.
“Yo creo que es sano para nuestro país, es sano para la sociedad hondureña y es sano sobre todo en materia de derechos humanos, que hagamos esfuerzos contundentes en este sentido. No tiene caso que por un lado el Presidente y la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos busquen avanzar hacia una cultura de respeto a los derechos humanos si por otro lado vamos a tener una Policía irrespetuosa del derecho a la vida y la integridad personal”, dijo.
Ley marca procedimientos
Estableció que la Ley Orgánica de la Policía establece controles que pueden servir para depurarla cuando se tiene conocimiento de que un policía en cualquiera de los rangos que ostente ha cometido un delito o participa de manera directa o indirecta con el crimen organizado.
“La propia Ley de la Policía establece que a ese policía se le debe llamar a una audiencia de descargo. Con ocasión de esa audiencia de descargo se tiene que proceder inmediatamente al despido como sanción administrativa. Pero también penalmente se le puede deducir la responsabilidad poniéndolo a la orden de las autoridades competentes para que sean investigados y enjuiciados como corresponde”.
Afirma que si se sigue teniendo una conducta omisiva por parte de los altos mandos de la Policía de no querer tomar medidas aun cuando saben que proceden audiencias de descargo, la impunidad en nuestro país lamentablemente va a seguir creciendo y nos vamos a encontrar en situaciones iguales o peores que las que actualmente estamos viviendo, expuso.
Manifestó que internacionalmente Honduras se ve muy comprometida en materia de derechos humanos. “De manera particular hay una responsabilidad internacional del Estado que en el futuro puede ser deducida por cualquier persona, grupo de personas o instituciones que se consideren lesionadas en el goce y disfrute de los derechos humanos”.
“Yo creo que no es fácil. En primer lugar tenemos que reconocer que esta no es una situación nueva en el país, la corrupción en la Policía es una situación que impera desde hace muchísimos años y pocos gobernantes han tenido la capacidad de poder investigar qué es lo que allí pasa. T ampoco la propia oficialidad en los mandos superiores ha tenido la voluntad”, expuso.
