Unas 18,000 personas fueron “retiradas preventivamente” en Honduras ante las amenazas de tsunami producto del terremoto que sacudió a Japón.
Durante la mañana de ayer, el temor se apoderó de los pobladores de la isla de Amapala, quienes empezaron a dejar sus viviendas para atender la alerta verde emitida por la Comisión Permanente de Contingencia, Copeco.
Aunque la alerta fue suspendida a eso de la siete de la noche de ayer, las comunidades de la zona costera del Golfo de Fonseca vivieron un día de angustia. Lisandro Rosales, jefe de Copeco, recomendó a los pobladores de las islas y poblaciones costeras que se podrían ver afectados por el tsunami “que se retiraran momentáneamente mil metros de la línea costera”.
Entre las doce del mediodía y seis de la tarde, el puerto de Amapala quedó aislado tras suspenderse el transporte marítima. “No se permitirá la salida de embarcaciones de pesca ni de pasajeros”, expresó Santos Alberto Cruz, alcalde de Amapala.
La medida se tomó en coordinación con la Fuerza Naval y Marina Mercante de Honduras de suspender el transporte marítimo entre Amapala y Coyolito.
Debido a los efectos causados por el terremoto en la costa norte de Japón y que desencadenó alertas de maremoto se activaron los Comité de Emergencia Municipal, Codem. “Estamos coordinando para poner en alerta, sobre todo a la población que está más apegada a la zona costera.
Hasta el momento todo se mantiene en calma en el Golfo de Fonseca, no hay viento”, manifestó.
Las acciones
La Naval también a los pescadores para que dejaran su faenas y regresaran a sus hogares. Cruz pedía a la población mantener la calma y no caer en pánico. El personal municipal y elementos de la Fuerza Naval de Honduras se desplazaron a las zonas más vulnerables como Playa Grande, Playa Negra, Islitas y un sector de Zacate Grande para que los pobladores tomaran las medidas requeridas.
Las autoridades pusieron lanchas y vehículos a disposición, en caso de que se necesitara evacuar a los pobladores. El jefe de Alerta Temprana de la Copeco, Juan José Reyes, dijo que de ser necesario unas 3,500 familias podrían ser evacuadas de esa zona, situada en el sur del país. “Las mujeres y los niños deben tener la prioridad en este repliegue, y si los hombres quieren quedarse cerca de sus viviendas para cuidar sus enseres, pueden hacerlo”, apuntó.
Indicó que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, suspendería momentáneamente el suministro de electricidad en las zonas bajo amenaza.
Manifestó que debía suspenderse la navegación en el Golfo de Fonseca, única zona marítima de Honduras en el Pacífico, que también comparten El Salvador y Nicaragua.
Suspensión de alerta
A las siete de la noche, Copeco suspendió la alerta verde por tsunami.
A partir de los reportes científicos, el oleaje en la zona costera del sur del país se mantendrá dentro de los parámetros normales en las próximas horas, hecho que permitió a Copeco llamar a los habitantes de las comunidades que pertenecen a los municipios de Namasigüe y Marcovia en el departamento de Choluteca, así como de San Lorenzo, Nacaome, Alianza y Amapala en Valle a continuar con sus actividades normales.
Debido a que la zona sur del país se encuentra localizada en el llamado “cinturón de fuego del Pacífico”, Copeco estará organizando y capacitando a los Comités de Emergencia Locales y Municipales, Codem y Codel, a fin de fortalecer una cultura de prevención por la posible presencia de terremotos y tsunamis.
Copeco y el Departamento de Física de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Unah, instalaron en la región mencionada, un equipo de monitoreo sísmico parte del Sistema de Alerta Temprana, Sat. Además continuarán monitoreando éste y cualquier otro fenómeno que amenace la vida de los hondureños, para emitir las alertas correspondientes en el momento indicado. A pesar de la suspensión de la alerta, los vecinos formaron grupos para permanecer en vigilia y así evitar ser sorprendidos por el fenómeno que durante el día los mantuvo en angustia.Las autoridades se comprometieron también en permanecer alertas ante cualquier cambio en relación con la alerta por tsunami.
Las zonas de mayor riesgo fueron las comunidades cercanas al mar en Cedeño, Punta Ratón, San Lorenzo y Amapala, donde habitan miles de personas, aunque son las zonas menos pobladas de Honduras.
Equipo de cien rescatistas estaba listo para atender emergencia
El recorrido que había tomado el Tsunami que azotó Japón en horas de la madrugada, de ayer, anunciaba que para horas de la tarde sería catastrófico para las costas del pacífico hondureño. Tras ser informados de la presencia del fenómeno en las aguas del Océano Pacífico, los cuerpos de socorro decretaron alerta verde para varias comunidades de Choluteca y Valle.
Unos cien bomberos rescatistas acuáticos estaban listos para apoyar a los vecinos de la zona sur en caso de concretarse la llegada del fenómeno. Las unidades de bomberos estaban a unos diez kilómetros de la zona costera para evacuar, dijo el comandante Wilfredo Hernández. Para las tres de la tarde, las autoridades de la Copeco resolvieron que los pobladores que residen en la costa del Pacífico se retirarían unos mil metros fuera de la playa.
El subcomisionado regional de Copeco, Giovanni Corrales, confirmó que había recibido la orden de retirar unos mil metros de la playa a los menores y mujeres para evitar alguna tragedia si el fenómeno se presentaba. La medida pretendía que en caso de concretarse la llegada de la presión de las aguas, a consecuencia del fenómeno natural, los colonos pudieran contar con tiempo justo para poder desalojar las comunidades.
Los vecinos fueron alertados por los socorristas con ayuda de megáfonos, pues lo que se anunciaba era una tragedia, la cual al final no se dio producto de la calma que mantuvieron las aguas del Golfo de Fonseca.
Las comunidades que permanecieron bajo la alerta verde fueron Namasigüe, Marcovia, Playa Negra, Guameru, Zona Camaronera y el Quebracahal, en Choluteca. En Valle, la zona portuaria y del comercio, Playa Grande, El Cerro, la costa de Los Amates, Cubulero, El Aceituno, La Cutu, Agua Fría, Amapala y la isla Zacate Grande. Nahún Cálix, alcalde de Marcovia, aseguró que los Comités de Emergencia Locales estaban listos para atender las emergencias que se pudieran presentar en horas de la noche. “Gracias a Dios sólo fue una alarma, ya que las aguas del Pacífico se mantuvieron calmadas y en completa normalidad, lo que hizo que la población se mantuviera en sus viviendas”, dijo el alcalde. Para horas de la noche de ayer, Copeco suspendió la alerta que se había emitida para la zona del Pacífico, tras el terremoto en Japón.
La alerta verde quedó sin vigencia cerca de las siete de la noche, hora en la que fue restablecido el fluido eléctrico en la región sur.