14/12/2025
10:33 AM

Aeropuertos de Brasil congestionados tras desastre aéreo

Brasil vivió este lunes un nuevo congestionamiento aéreo luego de que intensas lluvias obligaron a cerrar el aeropuerto de Congonhas en Sao Paulo, donde el pasado martes un avión comercial se estrelló con un saldo estimado de 200 víctimas mortales.

Brasil vivió este lunes un nuevo congestionamiento aéreo luego de que intensas lluvias obligaron a cerrar el aeropuerto de Congonhas en Sao Paulo, donde el pasado martes un avión comercial se estrelló con un saldo estimado de 200 víctimas mortales.

Más del 67 por ciento de los 215 vuelos programados de la medianoche hasta las 19.00 locales (22.00 GMT) en Congonhas, la terminal más transitada de Brasil, fueron cancelados debido al cierre de operaciones durante la mañana, y 8,3 por ciento sufrió atrasos de más de una hora, informó la administradora de aeropuertos Infraero.

Congonhas volvió a entrar en operación a las 13.17 (16.17 GMT), confirmó Infraero a la AFP. Ese aeropuerto opera apenas con su pista auxiliar, ya que la principal, que este lunes sufrió un deslizamiento de tierra en su cabecera debido a la intensa lluvia, fue cerrada tras el accidente del martes pasado.

La paralización de Congonhas provocó caos en todo el tráfico aéreo brasileño. Según el balance de Infraero, de los 1.637 vuelos programados en todo el país, 625 (38,1%) se atrasaron por más de una hora y 328 (20%) fueron cancelados.

El presidente de la aerolínea TAM (la primera del país), Marco Antonio Bologna, anunció que su compañía no hará más aterrizajes ni despegues de Congonhas cuando esté lloviendo El viernes el gobierno anunció medidas para reducir el número de vuelos en Congonhas. Una portavoz de la presidencia reconoció el lunes a la AFP que esas restricciones, que afectarán al principal aeropuerto del país, podrán tener efectos en el encarecimiento del precio de los pasajes aéreos.

Los problemas en el tráfico aéreo brasileño, que han sido intermitentes en los últimos diez meses de crisis aérea, aumentaron el sábado debido a una falla en el control aéreo de Manaos (norte), atribuida por la Aeronáutica a un cortocircuito, con varios vuelos internacionales desviados y cancelados.

Inicialmente se temió que hubiera habido un acto de sabotaje, aunque finalmente se dedujo que el problema se debió a la manipulación de un electricista que provocó el cortocircuito. La irritación de los pasajeros obligados a largas esperas en los aeropuertos, las protestas de parientes de las víctimas del último accidente y la expectativa por la normalización han sido el tema principal en las primeras páginas de los diarios desde hace una semana.

El presidente de Infraero, José Carlos Pereira, rechazó tajantemente el lunes la sugerencia de la Federación Internacional de Controladores Aéreos de una eventual ayuda internacional para solucionar la crisis aérea brasileña.'Brasil no necesita ayuda internacional. Ellos que cuiden de su espacio aéreo, que nosotros cuidaremos del nuestro', dijo Pereira.

Brasil vive una crisis aérea, con caos y congestionamiento en los aeropuertos desatada por protestas de los controladores, desde que en setiembre pasado un avión de la compañía Gol se desplomó en plena Amazonía con 154 personas a bordo.

Tras meses de congestionamientos, Brasil vivió el martes su peor tragedia aérea, cuando un avión de TAM, un Airbus 320, atravesó la pista a gran velocidad al intentar aterrizar, salió del aeropuerto de Congonhas, y se estrelló contra un edificio de la propia compañía, con 187 personas a bordo. Además había un número aún no establecido de personas en el edificio y en las inmediaciones.

El Instituto Médico Legal de Sao Paulo proseguía el lento trabajo de identificación de las víctimas del accidente y hasta el martes informó que 66 personas fueron identificadas. Los bomberos continuaban la búsqueda de restos humanos en el lugar de la tragedia.

Nota del día

La pista principal del aeropuerto de Congonhas está cerrada por exigencias de la investigación. 200 personas murieron en un accidente aéreo
Sigue el caos en Brasil

Los aeropuertos brasileños estuvieron congestionados ayer con atrasos y cancelaciones de vuelos, cinco días después del accidente de la aerolínea TAM en Sao Paulo que tuvo un saldo estimado de 200 muertos.

Centenares de pasajeros permanecían bloqueados en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras ciudades brasileñas, al día siguiente de una falla en la torre de control de Manaos, que sembró el caos aéreo en todo el país.

Estadísticas

Según un balance de la administradora de aeropuertos, Infraero, ayer de los 677 vuelos previstos en el país, 60 equivalentes a un 8.8% habían sido cancelados, 281, o sea 44.75%, se atrasaron más de una hora y otros 52, el 7.6%, menos de una hora.

La mayor confusión ocurrió en la terminal de Congonhas, en Sao Paulo, escenario de la tragedia del martes donde, de 59 vuelos programados, 18 fueron cancelados, 13 registraron atrasos de más de una hora y tres de menos de una hora. La pista principal de Congonhas está cerrada por exigencias de la investigación, un factor suplementario que explica las dificultades del tráfico.

En el aeropuerto internacional de Guarulhos, que también sirve a Sao Paulo, de 132 vuelos programados, tres fueron anulados y 57 sufrían retrasos superiores a una hora.

Malestar

Decenas de familiares de víctimas del accidente aéreo que dejó 200 muertos el martes de la semana pasada se tendieron ayer sobre el piso en la avenida enfrente al aeropuerto de Congonhas en Sao Paulo, escenario de la tragedia, en reclamo de mayor agilidad en la identificación de los restos.

'Queremos tener a nuestros seres queridos. Ése es el motivo de estar aquí. Hay necesidad de más espacio en el Instituto Médico Legal para que los cuerpos sean identificados', dijo Elisie Pedroso, madre de Gabriel Pedroso, uno de los pasajeros del avión de Tam accidentado el martes con 187 ocupantes.

Tomados de la mano, los manifestantes rezaron mientras cortaban el tránsito por cinco minutos, y pidieron solución al caos aéreo que sufre Brasil.

Detalles

Labores

La búsqueda de cadáveres en el lugar de la tragedia proseguía ayer entre los escombros, por decenas de bomberos ayudados de perros sabuesos.

Proceso

Según los equipos de rescate, el conteo definitivo de víctimas puede llevar más de 30 días debido a las dificultades para su reconocimiento.

Números

57 cadáveres

Hasta ayer habían sido identificados en el Instituto Médico Legal de Sao Paulo.