27/03/2024
11:47 AM

Adicción al celular, el mayor enemigo del amor

Escandalosa caída de los matrimonios en el país: en 2015 se inscribieron más de 34,000 y en 2018 apenas más de 9,000 Psicólogos dicen que la adicción a la tecnología causa rupturas

    San Pedro Sula, Honduras.

    Maribel García y Encarnación Rodríguez se enamoraron cuando eran jóvenes, se unieron en matrimonio alrededor de los 20 años de edad y procrearon seis hijos. Durante más de tres décadas han sido felices.

    García, quien ahora tiene 52 años, mientras arma un ramo de rosas rojas para venderlo este Día de San Valentín, observa a sus clientes y advierte con cierta nostalgia que “las parejas ya no son como las de antes”.

    “Yo me casé a los 19 y aún sigo con mi esposo. Hemos pasado momentos difíciles, pero no nos hemos separado. Ahora, yo veo que los jóvenes se casan y a los días se divorcian”, reflexiona mientras entreteje las flores.

    En estos días, García, en su pequeño negocio ubicado en el mercado Guamilito, atiende a cientos de clientes que llegan a buscar flores para regalarles a sus parejas como símbolo de amor.

    Mundo
    Separaciones en EUA y Europa. Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter y otras redes sociales han causado más de 20 millones de divorcios en Estados Unidos, según la Asociación Norteamericana de Abogados Matrimoniales. En Europa el comportamiento es similar.
    García cree que estos enamorados, además de dar rosas rojas, deben ofrecer respeto, lealtad y “dejar a un lado esos celulares y dar más tiempo” porque “solo así pueden durar más años”.

    “Los tiempos han cambiado. Los jóvenes antes iban más a las iglesias, ahora, así como mis hijos, están con los teléfonos en las manos y eso afecta mucho a las personas”, dice.

    Geovanny Rodríguez, hijo de Maribel y Encarnación, coincide con su madre, sin embargo, él precisa que “no son los teléfonos los malos para las parejas, es el uso que les dan”.

    Algunas parejas han optado por dar las contraseñas de sus redes sociales para evitar problemas. Fotos J. González
    “Yo no me he casado porque pienso que el matrimonio es algo serio. Ahorita tengo tres años de estar en pareja y me llevo bien. Antes los matrimonios no tenían muchos problemas porque no existían las redes sociales. Ahora, por Facebook o WhatsApp cualquiera le manda un mensaje, como un simple ‘hola’, a la mujer o al hombre y eso puede causar celos y problemas”, explica.

    Hasta ahora en Honduras no hay estudios que demuestren las causas de las separaciones y divorcios, pero los psicólogos, que diariamente atienden parejas en conflictos, perciben que en los últimos cinco años las redes sociales se sumaron a la lista de factores que provocan las rupturas.

    Augusto Aguilar, presidente del Colegio de Psicólogos de Honduras (Copsih), plantea que en todo el mundo “las redes sociales están generando cambios en el comportamiento colectivo, en el comportamiento de las masas, en todos los aspectos de la vida”.

    “Esto no es solo en las relaciones de hombre y mujer, también en las áreas del comportamiento humano, como la política. Hemos llegado a tal grado que las redes sociales influyen para elegir a un presidente”, dice.

    La tecnología y las nuevas formas de comunicación, según Aguilar, son herramientas importantes, pero las personas “deben usarlas con moderación” para evitar problemas individuales y con las parejas.

    “En algunos países ya es considerado esto (uso excesivo del celular) como una adicción. Estudios del comportamiento lo califican como un trastorno, como una enfermedad y lo equiparan con la adicción a las drogas, al alcohol o a los juegos. De tal manera, eso es considerado en el ejercicio profesional de los psiquiatras y psicólogos”, dice.

    El año anterior, el Registro Nacional de las Personas (RNP) en San Pedro Sula inscribió 1,430 matrimonios y 433 divorcios, equivalentes al 33% de los casamientos. En 2019, la tendencia es similar. Entre enero y febrero, 211 matrimonios y 60 divorcios (equivalen al 28% de las uniones).

    Cerca del millón
    Entre 2010 y los primeros meses de 2019, más de 945,000 personas contrajeron matrimonio en todo el país, según el RNP.
    Víctor Manuel Rodríguez (49), otro vendedor de rosas del mercado Guamilito, es parte de las últimas estadísticas de separaciones y se suma al grupo de escépticos del matrimonio.

    “Me divorcié hace unos dos meses después de estar casado 14 años. Los chismes afectaron la relación”, dice. Mientras la tasa de divorcios es alta (30% en promedio), cada vez más hondureños pierden interés por contraer nupcias. En 2015, de acuerdo con el RNP, 34,309 parejas se casaron, pero en 2018 solamente 9,601. Hubo un descenso de 72%. Entre quienes creen en el matrimonio están Nery Bueso y Zoad Peralta. Estos dos millennials se casaron en 2017 y ahora se consideran “una pareja feliz”.

    “Ella tiene las contraseñas de mi teléfono y de mis redes sociales. Nosotros no tenemos problemas. Quienes deseen tener una buena relación sí deben renunciar a la disco, al alcohol y a otras libertades”, dice Bueso (28). “Y yo no permito que otros hombres me envíen mensajes porque soy una persona seria. Las redes sociales causan problemas si les dan mal uso”, agrega Peralta (20).

    Bueso y Peralta son dueños en Puerto Cortés de una tienda de celulares y sueñan con crecer.

    La muerte de un hijo separa a las parejas
    La pérdida de un hijo es, en muchos casos, la causa de la separación de las parejas en Honduras, según Omar Gómez, coach y fundador de Melanie Gissell Foundation.

    “La muerte de un hijo puede ser un detonante. Esto afecta bastante. Cuando un matrimonio pierde un ser querido y no canaliza bien un proceso puede ser afectado”, advierte.

    Melanie Gissell Foundation es una organización que en San Pedro Sula ofrece talleres a matrimonios, que tras la muerte de un hijo, entran en un proceso de duelo.

    Gómez considera que todas las parejas pueden superar esta y otras crisis si ambas partes son conscientes de que el matrimonio tiene varios ciclos.

    “Actualmente estamos viendo que hay personas que dicen: no te perdono y te desecho, si me la hiciste, también te la hago. No hay tolerancia para buscar una solución”, ejemplifica.

    La pérdida de un ser querido, problemas económicos, la falta de comunicación, el escaso interés para compartir tiempo y el mal uso de las redes sociales son algunas las causas que están acabando con los matrimonios, dice.