Las autoridades del Registro Nacional de las Personas, RNP, dieron un ultimátum al Congreso Nacional. Si en el término de dos meses, el Legislativo no aclara si va o no el proyecto de renovación de 4.7 millones de tarjetas de identidad, esta institución se declarará incapaz de documentar a los hondureños antes de las elecciones primarias.
El subdirector técnico de la institución, Gerardo Martínez, dijo que ya hicieron un análisis del calendario y han podido comprobar que el factor tiempo es el principal enemigo para llevar a cabo un proyecto de identificación que garantice la participación masiva de los ciudadanos en los dos procesos electorales venideros.
El funcionario señaló que, para las elecciones primarias deberán identificar a 800,000 nuevos electores. Al acercarse los procesos electorales, los políticos comienzan a exigir la documentación de sus simpatizantes, especialmente los nuevos electores. “Si no hay apoyo financiero, el RNP no podrá documentar a nadie porque cada día la maquinaria, que tiene más de 15 años de antigüedad pierde vida útil”, dijo Martínez. El RNP emitió un acuerdo que prolonga por seis meses la vigencia de las tarjetas de identidad, de las que 3.5 millones vencieron el 31 de diciembre del año pasado.
Poco interés
La prolongación de la vigencia le tocaba hacerla al Congreso Nacional el año pasado, pero los diputados se fueron de vacaciones y no lo hicieron, demostrando poco interés en el problema que atraviesa el RNP, según sus autoridades.
“Se nos están acortando los tiempos”, dijo el funcionario del RNP, al mostrar su preocupación porque en la medida en que el Congreso se tarde para tomar una decisión, el proyecto de identificación será más caro.
Otro problema que avizoran las autoridades del RNP es que si el proyecto se deja para última hora será más difícil que la gente acuda a las oficinas a documentarse.
Esto afectará la afluencia de electores a las urnas y, consecuentemente, aumentará el nivel de abstención que debe preocupar a la clase política. Se supo que el proyecto de renovación de tarjetas de identidad está cobrando un matiz político. Mientras al Partido Nacional le interesa que la población vote con la nueva identidad en las primarias, el Partido Liberal no tiene el mismo interés.