El misterio tras la muerte de la pequeña Paulette Gebara Farah, de sólo cuatro años, crece en un México conmocionado por la tragedia.
Nueve días después de que sus padres, Mauricio Gebara y Lisette Farah, reportaran a las autoridades la desaparición de su hija, el cuerpo de Paulette fue encontrado en su propia habitación en una rendija entre el piso y la base de su cama. Murió asfixiada.
La investigación dio un giro de 180 grados y mientras se busca al culpable de su muerte, se tejen muchas hipótesis y hay muchos sospechosos, entre ellos su propia madre, quien ayer fue a declarar ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
La Procuraduría continúa con los peritajes para encontrar pistas y esclarecer su muerte. Se desplegó un equipo de peritos en el departamento del inmueble Porto Vita 2 para levantar pruebas de rastros de sangre y fluidos por medio del químico Luminol, así como hacer inventarios, pruebas de dactiloscopia y estudios de criminología.
Los peritos han revisado las áreas del departamento de Hacienda del Ciervo 11 durante los últimos tres días, y se aplicaron algunos reactivos en ropa. Los investigadores del FBI se encargarán de los análisis de laboratorio en fibras sintéticas y capilares.
Se centran en la madre
El padre de la niña negó que haya sido un accidente y admitió que no está en condiciones de meter las manos por nadie y que sólo puede hablar por él mismo. De allí que todas las miradas se centren en la madre.
Lisette resultó ser una persona con trastornos psicológicos, con una personalidad fría y poco afectiva, según la Procuraduría de Justicia del Edomex.
El perfil psicológico de la señora Farah la calificó como una mujer audaz, astuta y fría. Sandra Yadeum, doctora en Psiquiatría Legal por la Universidad Complutense de Madrid y externa a la Procuraduría, explicó parte de la conducta de la madre.
“Sí tiene características de personalidad que sorprenden; estamos frente a una abogada, inteligente, audaz, astuta, fría, siempre se ha mantenido muy distante en la parte afectiva, sin apego, que ha mentido.
Hay una serie de características que hablan de que estamos frente a un trastorno”, comentó la especialista, quien formó parte del grupo interdisciplinario para resolver el caso Paulette.
Las conductas que describió Yadeum fueron reforzadas con entrevistas que Lisette dio en el cuarto de Paulette.
Una de estas entrevistas mostró a la señora sentada tranquilamente en la cama de la menor.
“El motivo de la investigación tiene que seguir siendo la persecución de lo que parece ser un homicidio en circunstancias muy atípicas, en condiciones muy complejas y probablemente cometido por personas que tienen, digamos, personalidades atípicas.
En un audio que mantiene la Procuraduría se logra escuchar que la mamá le dice a su otra hija (Lisette) que no debe decir nada sobre el caso porque pueden implicarlos”, reveló el procurador Alberto Bazbaz.
Las autoridades explicaron que, desde el reporte de desaparición de Paulette, se practicaron diligencias en la casa de los Gebara Farah y se utilizaron medios de grabación de audio que ahora forman parte de la investigación. En esas grabaciones se escucha una voz de mujer, que fue identificada como Lisette, que dice: “Sin evidencia no hay crimen”.
