Durante los cuatro años en que estuvo al aire por la cadena ABC, el programa “Ugly Betty” ridiculizó el mundo de la moda de Nueva York y logró que celebridades como Lindsay Lohan, Shakira e Isaac Mizrahi hicieran un espacio en sus agendas para una participación especial.
América Ferrera, hija de padres hondureños, quien interpretó a la valiente y recientemente cambiada Betty Suárez, se convirtió de pronto en un nombre familiar.
Cuando los créditos suban en el episodio final del 14 de abril los seguidores de la comedia dramática lamentarán mucho más que no ver esos conjuntos extravagantes, feos y coloridos de Betty o todo el melodrama alrededor de la familia Meade, dueños de la revista ficticia Mode.
El show fue mucho más allá de eso al ser uno de los pocos que habló de temas controversiales como adolescentes gais, problemas alimenticios y la migración ilegal. El programa contrastaba la carrera de Betty en Mode con su familia mexicana de clase trabajadora, incluyendo su padre viudo Ignacio, su impulsiva hermana mayor Hilda y su sobrino enamorado del teatro y experto en moda Justin, quien sale del clóset en esta última temporada.
“Tener esta familia en el centro del programa hizo que fuera normal ver a una familia latina de una manera nada estereotipada”, afirmó Ferrera a la AP.
Lisa Navarrete, vicepresidenta del Consejo Nacional La Raza, dijo que la culminación de la serie dejará un gran vacío.
“No tenemos muchos programas sobre temas latinos en la televisión, así que cuando perdemos ‘Ugly Betty’, se trata de algo mayor”, afirmó.
Poco después de que el país tuviera un agitado debate sobre una posible reforma migratoria, el programa siguió al padre de Betty cuando le confesó a sus hijos, todos nacidos en suelo estadounidense, que había estado viviendo allí ilegalmente.
Aún con sus giros de comedia, “la trama ilustró la complejidad en las vidas de muchos migrantes indocumentados que, sin embargo, están completamente integrados a la vida en Estados Unidos”, señaló Navarrete. “Hay muchas familias como la de ‘Ugly Betty’ con niños nacidos en Estados Unidos, cuyos padres no están legalmente registrados”.
Más novedoso aún fue el manejo de sus personajes gais y transgénero, dijo Jarett Barrios, presidente de la Alianza Gay y Lesbiana Contra la Difamación.
Aunque su intención era hacer reír al público, “Ugly Betty” terminó mostrando un retrato comprensivo de la heredera de Meade, Alex, quien se transforma en la despampanante Alexis. Además, los televidentes pudieron seguir de cerca la complicada vida amorosa del asistente de moda gay Marc St. James.