TEGUCIGALPA.
Solo el sector oficialista fue el que se hizo presente el fin de semana a la convención del Partido Nacional que terminó aprobando una resolución, según la cual, el partido de Gobierno se abstendrá de incluir en sus planillas a candidatos contaminados por la corrupción.
No llegaron el designado presidencial Ricardo Álvarez, la corriente que lidera el expresidente Porfirio Lobo Sosa y el Movimiento Nacionalista Rafael Callejas (Monarca), que encabeza Roberto Ramón Castillo.
Sí asistieron el presidente Juan Orlando Hernández, Mauricio Oliva, titular del Congreso Nacional, -quien decía que no lo habían invitado-, el alcalde capitalino Nasry Asfura y las autoridades del Comité Central del Partido Nacional (CCPN).
Entre las medidas adoptadas por los 500 convencionales que se reunieron en Danlí, El Paraíso, el sábado, están la certificación de los candidatos a cargos de elección y la creación de un Instituto de Formación Ideológica.
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Reinaldo Sánchez, presidente del Comité Central de Partido Nacional, lanzó una invitación a sus correligionarios.
“Construyamos juntos la unidad y fortaleza que esa revolución social demanda. Seguiremos luchando por el bien común de todo por la igualdad y contra aquello que atente en contra de la dignidad humana”, dijo Sánchez.
El presidente Hernández alentó a sus correligionarios al alzar su mano con la señal de la campaña “Cuatro años más”.
Ratificó en su discurso que “entregaré la Presidencia en enero del año 2022”, desvirtuando rumores de reelección.
En el evento se pregonó la unidad granítica, pero el aspirante presidencial Ricardo Álvarez posteó que “la unidad total se da cuando hay respeto, inclusión y buen trato, cuando no hay amenazas, atropellos ni presiones”.
