Que la ansiedad y los atracones no lo lleven al sobrepeso

Cuide su salud en estas fechas, pues la obesidad trae otras enfermedades

San Pedro Sula, Honduras.

“Todo lo que he conseguido hasta ahora con mi alimentación y mi peso, con la Navidad lo perderé”, “En enero entro al gimnasio”, expresiones como estas son tan comunes en estos días.

El estrés, la depresión y la ansiedad debido a la nostalgia de la temporada y las secuelas del covid-19 se combinan con el estilo de vida poco saludable de los hondureños, lo que termina en un aumento en los índices de obesidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad y el sobrepeso como una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, representando un alto riesgo de padecer numerosas condiciones crónicas, y causando la muerte de aproximadamente 2,8 millones de personas alrededor del mundo cada año.

Verónica Vázquez, psicóloga clínica, quien participó en el taller de Salud mental, el estigma y la obesidad, dice que no podemos obviar que nuestras acciones diarias están relacionadas con el estado de ánimo y hábitos.

“Algunas personas en una situación de ansiedad consumen más alimentos de lo que están acostumbrados, por ello es tan importante entender esa interrelación.

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La obesidad se puede relacionar con factores psicológicos y las respuestas que tenga el individuo en determinadas experiencias emocionales, negativas o positivas”, expresa Vázquez.

La terrible mezcla entre la ansiedad, depresión y abuso en la alimentación afecta más a las mujeres. Un estudio, citado por el Centro de Apoyo de la Asociación Americana de Psicología, demostró que la obesidad en las mujeres está asociada con el aumento de depresión grave en un 37%.

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“La salud mental es igual de importante que la salud física, una afecta la otra, y ambas son parte del bienestar de las personas. Su promoción y protección es necesaria, así como crear entornos que se basen en el respeto. Entender la salud mental y su interrelación con la obesidad es el primer paso para mejorar el tratamiento de ambas”, asegura Andrea Soria, Asesor Médico Regional de Novo Nordisk CLAT

Durante estas fiestas tenga mucho cuidado con lo que se lleva a la boca, mídase.

Esto demuestra que, sin duda, la depresión, el estrés y la ansiedad se relacionan directamente con la obesidad como una enfermedad multifactorial y en esta temporada se debe cuidar la salud el doble.

¿Alimentos que deprimen?

Danori Carbajal, nutricionista clínica, dice que esta época navideña no debemos enfocarnos en solo comer, sino aprender a comer bien para que esto después no nos pase factura.

“La ansiedad y el estrés impulsan a los atracones, hacen que la persona tenga un desequilibrio de neurotransmisores de serotonina, muy relacionados con el control de las emociones por ejemplo el humor, regulación de ansiedad y la sensación de hambre como mecanismo de escape o fuga sobre todo esta época donde la gente se refugia en la comida”, dice la experta.

Estas fechas se debe de disfrutar sin sentir culpabilidad. Carbajal aconseja que no saltarse las comidas, controlar las porciones para así evitar las grandes cantidades de comida y no debe faltar la proteína. “Hay gente que no come todo el día, pensando en la cena que tendrá, es el peor error porque de allí vienen los atracones.

La comida es un placer del cual se nos hace difícil prescindir así que disfrutemos, pero con medida”, explica. La nutricionista y dietista dice que alimentos como los azúcares, dulces, harinas blancas, pasteles, queso,pan blanco, tortillas de harina o el exceso de cafeína o pastas pueden provocar ansiedad y lo menor es disminuir o evitar su consumo.

Qué hacer

La nutricionista recomienda el consumo de ciertos alimentos, sobre todo en esta temporada navideña, que lo harán sentir de buen humor.

“Las semillas tienen selenio lo que beneficia el tener un mejor sentido del humor. También es bueno comer huevo, manzanilla, yogurt, brócoli, soya, sardinas, además de hacer actividad física para botar el estrés y no solo enfocarnos en la comida”.

Debe beberse líquido abundante, sobre todo agua. Todas las comidas han de estar acompañadas de agua, lo que disminuye la ansiedad por la comida, hidrata el organismo y mejora el tránsito intestinal.

En total, deben tomarse de seis a ocho vasos diarios. Esta medida es especialmente importante durante las fiestas, cuando las bebidas alcohólicas y refrescos predominan en la mesa y el agua es la gran olvidada. Estar saludable dependerá de usted, no le de cabida al estrés, depresión y a los atracones que solo dañan su organismo.

FACTORES QUE INCIDEN

ESTRÉS: Los factores externos que afectan el estado de ánimo y bienestar pueden contribuir a la obesidad. Además, cuando estamos con niveles altos de estrés el cuerpo aumenta la producción de la hormona cortisol.

CICLOS DE SUEÑO: No dormir lo suficiente o dormir de más puede provocar cambios hormonales que aumentan el apetito. También es posible que sienta ganas de comer alimentos con alto contenido de calorías.

MEDICAMENTOS: Algunos medicamentos utilizados para tratar enfermedades psiquiátricas pueden causar aumento de peso.

DISCRIMINACIÓN: Las personas que viven con obesidad son víctimas de discriminación y a su vez genera problemas de salud mental.