Ellas lucharon y lograron vencer el cáncer de mama

Por su bien hágase la autoexploración, mamografía y ultrasonido cada año.

San Pedro Sula

Son cuatro mujeres que a simple vista usted las ve comunes, pero tras esos rostros hay mucha valentía y coraje porque se aferraron a la vida y no se dejaron doblegar.

Más que guerreras son sobrevivientes de una enfermedad que puede ser sinónimo de muerte, pero que con los exámenes como la autoexploración, la mamografía y el ultrasonido a tiempo se puede revertir cualquier diagnóstico fatal.

Algunas de las sobrevivientes dicen que aprecian más la vida después de haber recibido el diagnóstico de cáncer y que han logrado una mayor aceptación de ellas mismas, se cuidan más porque su vida no volverá a ser la misma.

Ahora ellas forman parte de la lista de sobrevivientes que maneja la Liga contra el Cáncer donde recibieron tratamiento oportuno, cuidados y asesoría de cómo sobrellevar esta enfermedad.A tomar medidas.

Cambiar la alimentación es indispensable independientemente de si ha tenido o no cáncer. Debe saber que las carnes rojas y procesadas, azúcar y grasas saturadas pueden contribuir al cáncer de mama porque fomentan la inflamación y también porque carecen de alimentos que combatan a la inflamación.

Los hábitos dietéticos se han vinculado con el riesgo de numerosos tipos de cáncer; entre ellos, con el cáncer de mama. Otros factores que aumentan el riesgo, además de la herencia, son el uso de la terapia de reemplazo hormonal, tener sobrepeso o ser obesa, una falta de ejercicio y tomar más de una bebida alcohólica al día, muestra la investigación.

La mujer promedio tiene una probabilidad en ocho de desarrollar un cáncer de mama a lo largo de su vida. La dieta mediterránea tiene muchas de las características de una dieta antiinflamatoria: es rica en pescado, verduras, granos enteros y grasas buenas, y baja en carne roja y alimentos procesados. Hacer ejercicio media hora al día también le ayudará como medida preventiva.

Silvia Rodríguez: “Me aferré a la vida por mis hijos”

La vida de la cantante nacional Silvia Rodríguez dio un vuelco de la noche a la mañana. Un diagnóstico de cáncer de mama, afortunadamente a tiempo, la obligó a hacer una pausa en sus sueños.

“El cáncer ahora lo escuchamos que lo tiene la hermana, la tía de la novia, la vecina, pero uno nunca espera que le toque a la familia, y mucho menos a uno. Creo que ya más o menos me lo esperaba por algunos exámenes antes del diagnóstico. Mi primera impresión fue armarme de valor y preguntar qué opciones había para empezar, estaba ansiosa, tenía muchas preguntas, estaba confundida, aturdida, todo el mundo le habla de positivismo, pero uno tiene miedo”.

“Siempre me dicen que soy una guerrera, pero los títulos de madre, hija, emprendedora, artista nacional quedaron a un lado y solo pasé a ser una paciente oncológica, a ser parte de las estadísticas; pero soy afortunada, por eso invito a las mujeres a que se revisen, se hagan los exámenes a tiempo. Fue duro renunciar a muchas cosas. Más que una guerrera soy una superviviente que me aferré a la vida con todas mis fuerzas por amor a mis hijos, familia y proyectos”.

Silvia Rodríguez.

Consuelo Walker: “Tóquese para que no le toque”

La docente Chelo, como la conocen, siempre fue una mujer cuidadosa tanto en la alimentación como en la autoexploración, y es evidencia de que un diagnóstico a tiempo salva vidas.

“Me hice la histerectomía hace 11 años pensando el librarme de toda enfermedad, sin imaginar que el cáncer llegaría a mi vida. La mamografía, autoexploración y ultrasonido siempre me los hacía, pero el año pasado me diagnosticaron un tumor en el seno, me dijeron que era benigno, pero pienso que siempre terminan en malignos. No me confié, pedí que le hicieron una biopsia y allí me confirmaron que era cáncer”.

Consuelo, quien no tuvo hijos biológicos, cree que el no haber amamantado puede ser la causa.

“En septiembre medía tres centímetros, pero ya en octubre pasó a nueve, detectaron que era un cáncer muy agresivo. Fue duro explicarles a mis hijos, sobrinos, que tenía cáncer cuando había sido una mujer cuidadosa en todo sentido, por eso les digo a las mujeres, la clave está en la prevención, aprovechen este mes, pero recuerden que el cáncer toca en cualquier momento, así que a cuidarse, yo luché y seguiré cuidándome”.

Consuelo Walker.

Bessy Martínez: “Tenía 27, no creía que lo tuviera”

Bessy dice que antes la vida le daba igual, un día pasaba sin problema, pero hoy valora cada instante al lado de sus hijos. A sus 27 años le tocó vivir la pesadilla del cáncer.

“Valoro más saber que estuve cerca de pasar un proceso tan grande, de no superarlo y fallecer. Dios me ha dado una oportunidad de vida y tiene un propósito. Siempre me autoexploraba porque mi abuela falleció de cáncer de mama, yo sé lo que era eso. Una vez visité a mi otra abuela, fuimos a bañar y me tiré de una poza, y sentí que se me desprendió algo, desde allí comenzó mi inquietud y ya no tenía paz en mi corazón”, relata aún con lágrimas en sus ojos al recordar ese proceso doloroso.

“Yo me tocaba una pelota, y les decía a mi mamá y hermanas que la tocaran, pero no se atrevían. De tanto insistir lo hizo mi mamá, allí me la palpó. Resulta que me hicieron una biopsia y salió positiva. No lo podíamos creer, sobre todo por la edad, estaba joven; por eso no hay que confiarse. Yo les digo ahora que el cáncer parece moda, no debemos darle la oportunidad, yo les pido a todas que se hagan los exámenes a tiempo para no lamentarlo después”.

Bessy Martínez.

María Ana Toro: “No siempre el cáncer es muerte”

María Ana miraba las campañas del cáncer de mama cada octubre y conocía un poco de la enfermedad porque su tía es una vencedora del cáncer de seno, pero nunca imaginó que ella lo viviría en carne propia.

“Fui donde el ginecólogo en un enero para hacerme el examen y me descubrió un quiste y me dio hormonales, pero parece que eso la hizo crecer. Ya en julio yo sentía una pelotita caliente y hasta con mal olor, volví donde él y me mandó donde el oncólogo, yo no tenía ni idea de lo que ellos hacían. La biopsia que me hicieron salió positiva, era cáncer, y fue casi un año con quimioterapia, radioterapias; fue difícil y duro ese proceso. Yo antes las campañas del cáncer las miraba sin importancia, hoy trato de llevarle un mensaje a cada mujer para que se haga los exámenes a tiempo. Dios tuvo un propósito conmigo y ahora trato de ser esa voz de conciencia. Pienso que llevar una alimentación saludable, hacer ejercicio y evitar ciertas cosas nos ayudan a poder evitar o luchar con más fuerza contra esta enfermedad. Hay que perderle el miedo a los chequeos, que es el problema de muchas mujeres”.

María Ana Toro.