Nuestros huesos son estructuras firmes, diseñadas para sostenernos toda la vida sin importar nuestro tamaño, edad, sexo, etc., pero con el paso del tiempo, el silencio del cuerpo puede esconder una fragilidad inesperada a la que los médicos llaman osteoporosis.
Esta es una enfermedad que poco a poco va adelgazando los huesos, como si el tiempo los desgastara desde adentro. No duele, no avisa y, muchas veces, solo se hace notar cuando ya ha dejado una huella: una fractura, una caída, una señal de que algo cambió.
Factores de riesgo
La osteoporosis es una enfermedad ósea crónica que se caracteriza por la pérdida progresiva de masa y densidad en los huesos, lo que los vuelve más frágiles y propensos a fracturas.
La médico endocrinólogo, Gabriela Betancourt, explica que esta enfermedad afecta principalmente a las mujeres después de la menopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona que protege la salud ósea.
Sin embargo, también puede presentarse en hombres y en personas jóvenes (a partir de los 40 años) por causas genéticas, deficiencia de calcio o vitamina D, falta de actividad física o el consumo prolongado de ciertos medicamentos. Los huesos más afectados suelen ser la columna vertebral, la cadera y las muñecas.
Las fracturas en estas zonas pueden tener graves consecuencias, especialmente en adultos mayores, ya que limitan la movilidad, afectan la calidad de vida y pueden derivar en complicaciones de salud más severas.
Prevención
La especialista recomiendan mantener una dieta rica en calcio (presente en lácteos, verduras de hoja verde y frutos secos), tomar suficiente sol para producir vitamina D y realizar ejercicios de resistencia o impacto moderado, como caminar o levantar pesas ligeras.
“También es muy importante evitar el cigarrillo y reducir el consumo de cafeína y alcohol, ya que descalcifican los huesos, si usted tiene estos hábitos, por favor, trate de eliminarlos por su bienestar”, reitera la endocrinóloga que atiende en el Hospital del Valle.
Diagnóstico y tratamiento
Detectar la enfermedad a tiempo permite iniciar tratamientos que pueden detener su avance y reducir el riesgo de fracturas. El diagnóstico se realiza mediante una densitometría ósea, un examen sencillo que mide la densidad mineral de los huesos.
También existen medicamentos que ayudan a fortalecer el tejido óseo y a mantener la masa, además de terapias hormonales y suplementos nutricionales. El tratamiento debe ser individualizado y siempre supervisado por un médico.
Recuerde que vivir con osteoporosis requiere precauciones, pero no significa renunciar a la movilidad ni a una buena calidad de vida. Con información, prevención y cuidado constante, es posible mantener la independencia y el bienestar físico.
Con el fin de crear conciencia sobre esta enfermedad, la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecieron el 20 de octubre como el Día Mundial de la Osteoporosis.
Esta efeméride pretende crear campañas para que toda la población pueda entender que nuestros huesos sostienen todo nuestro cuerpo y merecen atención. Cuidarlos desde hoy es una inversión en un futuro más fuerte y saludable.
Consecuencias
La osteoporosis es un gran problema para quien la sufre, su familia y la salud pública, porque tiene muchas complicaciones. Una persona fracturada necesita mucho acompañamiento debido a su discapacidad, los gastos médicos son muy elevados y en el futuro se pueden producir dolores crónicos que son difíciles de tratar.