“Pierdo a mi corazón”: desgarrador mensaje del esposo de Nohemí

La noche del sábado 9 de noviembre, Claudia Nohemí González Arita, de 36 años, perdió la vida en un trágico accidente de tránsito en el barrio Barandillas, San Pedro Sula, específicamente en la intersección de la 4ª avenida y 2ª calle.

Claudia, residente de la colonia Jerusalén en la salida hacia La Lima, fue embestida por un bus Hiunday County de la Ruta 2 sampedrana mientras conducía su motocicleta, una Honda Navi.

El impacto fue tan fuerte que su motocicleta quedó atrapada bajo el transporte público, lo que dificultó cualquier intento de rescate inmediato.

Según reportes preliminares, aún no se han determinado las causas exactas del accidente ni la identidad del conductor del bus, lo cual ha generado interrogantes y preocupación entre los vecinos y familiares de la víctima.

Momentos antes de fallecer, Claudia, quien trabajaba como empleada doméstica, pidió ayuda a las personas presentes en el lugar.

“Tenga, desbloquee mi teléfono, llame a mi esposo y a mis hijos, me estoy muriendo”, fueron sus últimas palabras según testigos del lamentable suceso. Su esposo reaccionó después con un mensaje en redes sociales.

“Hoy 9 de noviembre del 2024 pierdo a mi corazón. Te amo, mi amor. Espero en Dios volverte a ver. Siempre te voy amar mucho, mamita”, escribió José Adelmo Escobar, esposo de Nohemí en Facebook junto a una fotografía de ambos.

Testigos también relatan que, tras su súplica, Claudia perdió el conocimiento de manera gradual hasta fallecer en el lugar del incidente, dejando a su familia en una profunda tristeza y a la comunidad conmovida por su partida inesperada.

Este accidente se suma a las alarmantes estadísticas de incidentes de tránsito en Honduras, particularmente entre conductores de motocicletas, quienes, según Darwin Hernández, inspector de Policía y jefe del Sistema de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), están involucrados en el 70 % de los accidentes viales en el país.

De este grupo, el 42 % de los afectados pierden la vida, evidenciando la vulnerabilidad de estos conductores en las carreteras hondureñas.