Todo lo que no sabías del Cementerio General San Pedro Apóstol de SPS

El Cementerio General San Pedro Apóstol se ha convertido en un mudo testigo del pujante pasado de San Pedro Sula. Su funcionamiento data desde principios del siglo 20 y es el camposanto más antiguo de la urbe, aunque no el más grande.

Anterior al cementerio general Apóstol San Pedro (entre las 4 y 7 avenidas, 11 y 13 calles del barrio Paz Barahona), existieron otros espacios de enterramiento, según el antropólogo e historiador y director del Archivo Histórico Municipal, Eliseo Fajardo, el primero del que se tiene conocimiento estuvo cerca del parque central.

Fajardo asevera que el cementerio general data de aproximadamente 1869, pero que en 1887, durante la administración municipal de Teodoro Hernández se toman disposiciones higiénicas debido al crecimiento poblacional y se declara al vigente cementerio general como el campo santo de la ciudad.

En 1940 se construye la II etapa del cementerio general y la capilla que lleva el nombre de Apóstol San Pedro. Asimismo, durante la década de los 40 y 50 se construyen dos cementerios más: el chino y el judío.

Esta es una imagen de la entrada al cementerio Chino, que está conformado por una parcela de 29 metros y que fue comprada hace muchas décadas atrás por estos pobladores asiáticos.

El cementerio Judío por su parte tiene una extensión de 21.40 metros.

Si bien el cementerio general data de 1887, existía un sepulcro del 17 de diciembre de 1876 que daba fe de su antigüedad. Imagen de la tumba más antigua de la que se tenía registro, pues entre 2012-2013 fue dañada.

Fotografía proporcionada por el Archivo Histórico Municipal.

Debajo de la tumba del lado izquierdo de la imagen es donde se hallaba la lápida que fue destruida. “Esta era una de las tumbas más representativas, la cual fue cubierta por un nuevo depósito que violentó el valor histórico del bien patrimonial. El daño se llevó a cabo entre los años 2012-2013, cuando Manuel Rodríguez era el administrador del cementerio. El daño se puede subsanar colocando el cadáver invasor en otro depósito para recuperar el espacio que queda”, indicó Fajardo.

Una de las construcciones más antiguas de este cementerio es la Capilla Funeraria Cesteria Renacentista Neoclásica, la cual décadas atrás sirvió como velatorio. Sin embargo, actualmente está en fuera de uso por daños de infraestructura.

Por el diseño arquitectónico de las lápidas fue declarado Cementerio Patrimonial y Museo de Cielo Abierto. La diversidad que abunda en el Cementerio General es el resultado de la herencia española; sin embargo, otras influencias culturales posteriores también destacan.

Entre las tumbas y mausoleos sobresalen los lujosamente construidos por antiguos residentes judíos, alemanes, españoles y palestinos.

En sus diseños, muchos mausoleos semejan formas de castillos con diseños góticos como el del difunto Carlos Miselem quien nació en 1871 y falleció en 1944.

Otra de las piezas emblemáticas del Cementerio General la constituye el enorme mausoleo de la familia Viera Fuentes que tiene tumbas subterráneas y un enorme campanario que colinda con la 7 avenida del barrio Paz Barahona.

Pero en el General hay de todo. Desde los más prominentes empresarios hasta de los más humildes ciudadanos.

Finamente tallados, también abundan las esculturas de ángeles que evocan el camino al cielo. Un cam

El jardín fúnebre alberga desde grandes personalidades hondureñas como el ex presidente Miguel Paz Barahona (1863- 1937), José Enrique “La Coneja” Cardona (1939-2013) hasta individuos extranjeros como el general mexicano Héctor Macías, quien en 1932 murió en San Pedro Sula tras participar en las revoluciones hondureñas durante las primeras décadas del siglo XX.

Así también hay otras tumbas interesantes como la de un espía ruso de la Revolución Bolchevique que en ese periodo huyó hacia el norte de Honduras en donde formó su familia, la cual según Fajardo vive en Choloma; además, menciona que hay sepulcros de militares que participaron en la Segunda Guerra Mundial y mujeres emblemáticas de Honduras.