Así vivieron el eclipse solar los hondureños

Este lunes los hondureños fueron testigos de un evento astronómico memorable, el eclipse total de Norteamérica, que cautivó la atención del mundo y llevó a cientos de turistas a viajar hasta nuestro continente para poder presenciarlo, ya que según la NASA este es el último de su tipo que cruzará América del Norte hasta 2045.

Aunque en Honduras este solo se logró ver de forma parcial, el eclipse que es tendencia en redes sociales, despertó el interés de cientos de hondureños, en especial estudiantes de escuelas, colegios y universidades.

Pese a que algunas nubes cubrieron el sol al inicio del eclipse, en San Pedro Sula el clima fue propicio para poder observarlo a través de dispositivos y gafas con protección especial.

Como de costumbre, la escuela “Western International School”, que cuenta con un moderno telescopio y gafas con protección especializadas, organizó un evento para que los sampedranos presenciaran el eclipse.

En alianza con Diario LA PRENSA, se realizó una transmisión especial para mostrar el eclipse en tiempo real, así como informar a la población sampedrana acerca de este evento astronómico y aclarar algunos mitos que lo asocian “con el fin de los tiempos”.

La transmisión especial, que duró cerca de una hora y media, contó con una audiencia de 2,000 personas, que se conectaron desde diferentes partes del país, así como de ciudades de Estados Unidos, España, México, Nicaragua, Guatemala y Colombia.

Varios espectadores de Colombia agradecieron la transmisión, ya que en su país no se pudo presenciar el eclipse. Foto: Roberto Shöngarth Carias, director de Investigación Científica de Western International School.

Por su parte, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) realizó un evento especial en Tegucigalpa para toda su comunidad universitaria, despertando así su interés por la ciencia.

Esta fotografía, proporcionada por la agencia EFE, muestra cómo se vio el eclipse solar en Honduras, ya que en Centroamérica solo se pudo apreciar de forma parcial.

El eclipse total de Norteamérica comenzó a apreciarse en la ciudad de Mazatlán, la primera urbe del continente en atestiguar el fenómeno y también en la que tuvo mayor duración, 4 minutos con 20 segundos.

El eclipse tuvo una duración de 310 minutos en total y dejó a oscuras muchos puntos del continente americano, desde Mazatlán hasta la costa este de Canadá y Estados Unidos.

En algunas regiones, como las cataratas del Niágara, las autoridades declararon estado de emergencia ante la gran cantidad de turistas que acudieron a disfrutar el eclipse.

Mientras que en Nueva York las gafas especiales para observar el eclipse se agotaron.