Los rostros de las víctimas extranjeras de la estampida en fiesta de Halloween en Seúl

Seúl llora hoy la muerte de más de 150 personas a causa de la avalancha humana que tuvo lugar durante las celebraciones de Halloween, mientras se sigue temiendo por la vida de decenas de heridos que se encuentran en estado grave. Las autoridades locales ya identificaron a las primeras víctimas extranjeras de la tragedia.

La australiana Grace Rached, una asistente de producción, fue una de las primeras víctimas extranjeras en ser identificada tras fallecer frente a su grupo de amigos.

Grace, de 24 años de edad, viajó a Seúl tras visitar Bali y otros destinos en Asia. Allí se encontró con un grupo de amigos con los que salió el pasado sábado para celebrar Halloween en el popular barrio de Itaewon.

Su amigo, Nathan Taverniti, reveló cómo la joven, disfrazada de Audrey Hepburn, falleció frente a sus ojos tras ser “aplastada” por la multitud descontrolada. Sus otras dos amigas se encuentran hospitalizadas. El joven compartió la última imagen del grupo en su cuenta de TikTok.

La joven estadounidense, Anne Gieske, estudiante de enfermería de la Universidad de Kentucky, también falleció en la trágica fiesta de Halloween en Seúl.

Anne celebró su cumpleaños número 20 el pasado viernes y se encontraba en Seúl en un programa de intercambio.

La joven asistió con un grupo a la popular fiesta de Halloween, la primera que se celebraba tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia de covid 19 en Itaewon.

El universitario estadounidense Steven Blesi, de 20 años de edad, también se encuentra entre las víctimas de la avalancha humana, según confirmó su familia.

Prácticamente todas las víctimas mortales han sido identificadas, y entre ellas hay una mayoría de mujeres (98), la mayor parte de entre 20 y 30 años, y 26 ciudadanos y ciudadanas con pasaportes extranjeros.

Hasta 100.000 personas, en su mayoría jóvenes y muchos con disfraces de Halloween, acudieron a las pequeñas y sinuosas callejuelas de Itaewon, y testigos citaron la falta de seguridad y de control de multitudes.

La policía dijo el lunes que envió a 137 oficiales al sitio, una cifra que señaló como superior a la de años previos.

Pero informes locales indicaron que los policías enviados estaban más enfocados en vigilar el uso de drogas que en el control de la multitud. “Este fue un desastre que se pudo evitar”, sostuvo Lee Young-ju, profesor del Departamento de Incendios y Desastres de la Universidad de Seúl, a la televisión YTN.

Las autoridades temen que la cifra de víctimas podría subir porque al menos 33 personas están en condición crítica.

El país comenzó una semana de duelo nacional, con la cancelación de eventos y conciertos y las banderas ondeando a media asta.

Las desgarradoras imágenes de la tragedia causaron conmoción en el mundo.