Un grupo de voluntarios de un programa llamado Yes We Can World Foundation transforman la vida de niños migrantes, provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala y México, que se encuentran en México en espera asilo.
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Los Angeles Time dio a conocer esta noticia que está dando la vuelta al mundo por el enorme impacto que genera en la vida de estos niños que no pueden acudir a la escuela ni tampoco tener una infancia normal.
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La joven colombiana Estefania Rebellón fue quien le dio vida a este proyecto al que poco a poco se han ido sumando más voluntarios.
El proyecto está instalado en Tijuana, México.
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Los inusual de esta asombrosa asaña es que Estefanía, a traves de la fundación Yes We Can World Foundation, imparten clases dentro de un autobús escolar.
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Este medio de transporte que normalmente se utiliza para trasladar estudiantes fue adaptado ingeniosamente para que los niños se sientan como en un aula de clases.
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La joven creadora de este proyecto tuvo que salir huyendo de Colombia junto a su familia por amenazas de muerte de las FARC.
Ella y su familia recibieron asilo en Estados Unidos por lo que ahora busca devolver esa valiosa ayuda que recibió en el momento en el que más lo necesitaban.
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Estefania ha logrado crear, con la ayuda de varios voluntarios, un espacio asombroso en el que los niños olvidan que están a miles de kilómetros de su hogar y solamente se preocupan por aprender.
Ella es una actriz que comienza su carrera y ha obtenido papeles en series como 'Jane the Virgin'.
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'Los niños sufren de depresión, están agustiados porque no saben qué va a pasar. Con la incertidumbre de saber si cruzarán a Estados Unidos o regresarán a sus países de origen', dijo Sandrá Rodríguez, una de las docentes.
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La escuela comenzó en julio operando a full capacidad, dando clases a 45 niños de cinco y 15 años.
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El espacio de autobús no fue suficiente por lo que Estefania y el resto de docentes crearon una aula de clases provicional en el exterior para atender a los jóvenes de 18 años.
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El autobús está estacionado en los terrenos del refugio Pro Amore Dei (por el amor de Dios) en Tijuana, México.
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Por medio de las redes sociales esta fundación ha hecho de las necesidades que existen en este lugar y han podido obtener el apoyo necesario para continuar educando a estos niños y jóvenes.
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Los docentes que trabajan en esta fundación afirman que lo mejor de todo es ver el rostro de los niños y escuchar sus palabras de agradecimiento.
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En las afueras también tienen un pequeño espacio para que los niños jueguen y se relajen.
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Además, gracias a las donaciones los niños tienen mochilas, lápices y todo lo necesario para acudir a la escuela móvil.