El Gobierno de México desplegó un operativo militar en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso (Texas) para disuadir a los migrantes centroamericanos de cruzar ilegalmente hacia territorio estadounidense, en el marco de un acuerdo con Donald Trump.
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Varias patrullas con policías y militares cubren la zona entre los puentes internacionales de Zaragoza y Santa Fe, distantes poco más de 20 kilómetros uno del otro, a lo largo de la línea fronteriza en Ciudad Juárez.
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Los militares mexicanos pidieron a los migrantes centroamericanos, la mayoría de origen hondureño, que se identificaran y que se retiraran de la frontera entre ambos países.
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Esa zona del Río Bravo se ha convertido en los últimos meses en un recurrente espacio para que los centroamericanos que han llegado desde finales del año pasado a Ciudad Juárez intenten cruzar a Estados Unidos y entregarse a la Patrulla Fronteriza con el fin de iniciar sus trámites de asilo.
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Según cifras oficiales, hasta antes del inicio de este operativo de seguridad en la línea fronteriza por esta zona cruzaban alrededor de 600 migrantes centroamericanos cada día.
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Algunos militares tomaron fotografías de la zona como si quisieran detectar puntos específicos; también pudo observarse a algunos vehículos en los que había policías y militares.
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Foto: La Prensa
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Hasta ahora, las autoridades federales no han dado cifras oficiales del operativo, así como tampoco del número de miembros de las fuerzas de seguridad que la integran o del plazo y los objetivos a cumplir.
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Foto: La Prensa
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Los migrantes, la mayoría de ellos familias con niños, aprovechan para cruzar por abajo de los puentes, ya que en esa parte no hay agua en el río, cuyo flujo generalmente es regulado por los estadounidenses.
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Los migrantes no evitan ser vistos ni por la Policía mexicana ni mucho menos por la Patrulla Fronteriza, sino que usualmente caminan hacia ellos y se entregan.