Hondureño con cáncer terminal clama por eutanasia en California
José es un hondureño de 60 años que vive en Los Ángeles. Tiene cáncer terminal y asegura estar preparado para morir. Le sobreviven dos hijos menores de edad
- 29 marzo 2024 /
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Don José Alerjandro Lemus vive una pesadilla que ya no quiere seguir pasando y por eso se han amparado en una ley que le permite asistirse para morir.
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“En las noches casi no duermo por tanto malestar, tanto dolor”, asegura el hondureño, cuya historia ha sido narrada por Univisión.
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El cáncer que le comenzó en la próstata hace casi seis años, se le ha extendido a otras partes del cuerpo.
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José dice que junto con la salud también perdió ya la esperanza de seguir viviendo.
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“Ya son 8 meses de estar luchando contra esto y no hubo mejoría”, relató. “¿Qué es lo que usted le está pidiendo a los doctores?”, le consultaron a lo que respondió “Que me ayuden a morir”.
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Por por anterior, el migrante hondureño de 60 años de edad ha recurrido a una ley de California conocida como “End of Life Option Act “que permite la ayuda médica para morir a personas en etapa terminal.
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Patricia González Portillo, directora de comunicaciones de compassion and Choice explicó que “la persona debe tener seis meses o menos de vida, estar en pleno juicio y tener tres solicitudes con el médico”.
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“Debe estar en pleno uso de sus facultades mentales para que los doctores le envíen un medicamento que habrá de disolver en agua o cualquier otro líquido e ingerirlo por sí mismo sin ayuda de nadie. O sea, tiene que tener la capacidad física de hacer esto (gestoen la imagen)”, apuntó Patricia González Portillo.
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Además de California hay 9 estados y Washington DC que cuentan con leyes que permiten la ayuda médica para morir para personas que como don José se encuentran desahuciadas. Entre ellos están Oregon, Colorado, New Jersey, Montana, Nuevo México, Maine, Hawaii, Washington y Vermont.
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“A la muerte no le tengo miedo, le tengo miedo a tanto dolor”, asegura este hondureño que ya tiene cuatro meses de estar frustrado en esta cama. Dice que está listo mental y espiritualmente para partir y aprovecha cada minuto para aconsejar a sus hijos de 14 y 17 años de edad respectivamente y para demostrarles el amor que les tiene. “Nomás estoy esperando el día del final. Y espero que no sea tan lejano”, puntualizó.