El pasado 19 de noviembre, dos mujeres perdieron la vida en el motel “Parador” debido a la inhalación de gases tóxicos emanados de un vehículo que permaneció encendido. Según reportes, el automóvil estaba acompañado de música a alto volumen.
Fotos: redes sociales.
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Las mujeres fueron identificadas como Jacqueline Restrepo Díaz, de 22 años, y Deicy Acosta, de 24, quienes fallecieron junto a un hombre mexicano en un motel de Puebla de Zaragoza, México.
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Los empleados del motel Parador, ubicado en el norte de Puebla, descubrieron los cuerpos al acercarse para solicitar la habitación.
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El cuarto estaba lleno de humo, pero no se encontraron signos de violencia en ninguno de los fallecidos, según informó la Fiscalía General del Estado de México.
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Aunque la principal hipótesis apunta a una intoxicación accidental, las autoridades continúan investigando para descartar cualquier hecho delictivo.
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Jacqueline, originaria de la comuna 7 (Robledo) en Medellín, había viajado a México en febrero con la esperanza de mejorar su futuro y el de su hijo de cuatro años.
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Su familia esperaba con ansias su regreso en diciembre para celebrar juntos las festividades de fin de año.
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Ella era una mujer de gran corazón, que siempre cuidaba de su familia”, expresó su madre, Claudia Patricia Díaz,
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Sin embargo, las familias de Jacqueline y Deicy enfrentan un doloroso proceso para repatriar los cuerpos a Colombia.
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En contraste, el hombre fallecido, de nacionalidad mexicana, fue sepultado dos días después del incidente.
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Además, los gastos funerarios en Medellín añaden otros 4 millones de pesos, complicando aún más la situación.
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El costo estimado del traslado de los cuerpos desde México asciende a 12 millones de pesos colombianos, una suma que ninguna de las familias puede cubrir.
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Mientras intentan recaudar los fondos necesarios, las familias de estas jóvenes enfrentan la incertidumbre y el dolor de una tragedia que interrumpió sueños y dejó un vacío irreparable.