Desde el año pasado, Haití se enfrenta a un fenómeno conocido como Bwa Kale (pene pelado), cuyo objetivo es matar y luego quemar a presuntos bandidos y a sus familiares, en un contexto de seguridad debilitada por un aumento drástico de los actos de violencia, marcado por el incremento de los secuestros, los ataques armados, las violaciones en grupo y los robos a mano armada.