Evo Morales llegó este martes a México, tras un largo periplo de más de 15 horas por el espacio aéreo de América Latina, como un asilado político tras renunciar a la presidencia de Bolivia el pasado domingo.
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El rechazo de varios países sudamericanos a abrir su espacio aéreo al avión que trasladaba a Morales ocasionaron un retraso de ocho horas en la llegada del mandatario al aeropuerto internacional Benito Juárez de la capital mexicana.
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Evo, que vestía una polo azul y jeans, fue recibido con un abrazo por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
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El ex mandatario llegó acompañado por su vicepresidente Álvaro García Linera y su hijo, todos ellos recibirán asilo en México.
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Visiblemente cansado, Morales se detuvo a amarrarse unos desgastados zapatos, antes de brindar una conferencia de prensa en el aeropuerto mexicano.
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Evo partió de Bolivia ayer por la noche desde una antigua base estadounidense de la DEA que el convirtió en un aeropuerto internacional.
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Minutos antes el ex mandatario divulgó esta imagen en su cuenta de Twitter que lo muestra durmiendo en el suelo.
'Así fue mi primera noche después de dejar la presidencia forzado por el golpe de Mesa y Camacho con ayuda de la Policía. Así recordé tiempos de dirigente. Muy agradecido con mis hermanos de las federaciones del Trópico de Cochabamba por brindarnos seguridad y cuidado', escribió Morales.
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Unas horas después Evo partió hacia su exilio en México, acompañado de Garcia y su ministra de Salud, Gabriela Montaño, quienes viajaron en el mismo avión, se mostró tocado pero no hundido.
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'Quiero decirles que estamos muy agradecidos porque el presidente de México y el pueblo boliviano me salvó la vida', dijo Morales a la prensa tras bajar del avión militar que lo trasladó a Ciudad de México.
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Morales denunció que el sábado 9 de noviembre, un día antes de renunciar, un miembro del equipo de seguridad del Ejército le informó en el trópico de Cochabamba que militares habían pedido su cabeza a cambio de 50.000 dólares.
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El ex mandatario reiteró que había sido víctima de un golpe de Estado y prometió que regresará reforzado a Bolivia.