Capturan a narco que quería emular hacienda de Pablo Escobar

El legado y la influencia de Pablo Escobar en el mundo del narcotráfico han trascendido décadas, llegando incluso a moldear el accionar y la estética de los narcos del siglo XXI.

En una suerte de admiración por el infame líder del cartel de Medellín, diversos capos contemporáneos han adoptado aspectos de su vida y estrategias que marcaron una era en el negocio de las drogas.

Pablo Emilio Escobar Gaviria (Rionegro, Antioquia; 1 de diciembre de 1949 - Medellín; 2 de diciembre de 1993) fue un narcotraficante, criminal, terrorista y político colombiano, fundador y máximo líder del Cartel de Medellín.

Recientemente, tras el exitoso operativo de la Policía Nacional que culminó con la captura de Juan Antonio Gil Díaz, alias Toño, en Paratebueno, Cundinamarca, se revelaron sorprendentes similitudes entre la propiedad del criminal y la legendaria Hacienda Nápoles de Escobar, ubicada en Puerto Triunfo, Antioquia.

“Toño”, asociado al temido Tren de Aragua y señalado como el principal proveedor de armas y explosivos de esta organización criminal, estaba construyendo lo que podría denominarse como su propia versión de la Hacienda Nápoles. Este complejo, en Paratebueno, presentaba notables paralelos con la propiedad icónica de Escobar, desde su diseño hasta su función recreativa.

“En Paratebueno ubicamos al narco invisible Juan Antonio Gil Díaz, alias Toño, socio del máximo líder del Tren de Aragua y principal proveedor de armas y explosivos de esa organización criminal. Estaba construyendo su ‘Hacienda Nápoles’, al estilo Pablo Escobar”, afirmó el director de la Policía Nacional al confirmar la captura.

El modus operandi de Toño también evocaba al legendario narcotraficante colombiano. Presentándose como un próspero empresario ante los lugareños, mantenía gran parte de sus propiedades a nombre de terceros y se desplazaba entre Villavicencio y Puerto López en camionetas blindadas, escoltado por una retahíla de motocicletas.

La propiedad en construcción, además de exhibir una arquitectura similar a la Hacienda Nápoles, albergaba una variedad de vehículos de lujo que fueron confiscados por las autoridades.

Pero lo que más llamó la atención fue la intención del capo de adquirir hipopótamos y otros animales africanos, un detalle que rememora las extravagancias de Escobar.

Al momento de su captura, Toño poseía una considerable fortuna en joyas y efectivo, destacando tres cadenas de oro valuadas en más de $200 millones de pesos.

El operativo también resultó en la incautación de armas, explosivos, dinero en efectivo y la captura de cuatro individuos vinculados al anillo de seguridad del narcotraficante.

Las autoridades sospechan que Toño mantenía estrechos vínculos con el Tren de Aragua y su líder, Héctor Rusthenford Guerrero, alias Niño Guerrero, siendo proveedor de armas y estupefacientes para la organización criminal.