Desde hace más de cinco años la población del municipio occidental de Ilama ya no presume la paz y seguridad por lo que destacaba antes de la instalación y funcionamiento en 2016 de la cárcel de El Pozo, una de las prisiones de máxima seguridad que alberga a cabecillas de maras y pandillas, secuestradores, narcotraficantes, violadores y otros procesados por delitos mayores.
Fotografías: LA PRENSA