Tristeza, desesperación y, con el paso de los días, resignación es lo que sienten los hondureños cuyas casas fueron inundadas por las guas del río Ulúa que subió su nivel debo a las constantes lluvias.
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El Negrio, Yoro, es uno de los municipios en la zona norte en donde la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) mantiene la alerta roja por lluvias.
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Uno de los lugares más golpeados por las lluvias en El Negrito es la aldea Estero de Indio.
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En varios puntos de la aldea el agua llegó a nivel de las rodillas; en otras partes un poco más arriba.
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Debido a esta situación, los habitantes se exponen a enfermedades en la piel, pues el agua está contaminada.
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Si bien la inundación no cubrió por completo las viviendas, sí hizo lo suficiente para echar a perder algunos artículos.
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Cuando el río baje su nivel, los pobladores podrán limpiar sus viviendas.
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Algunos objetos fueron puestos en alto para que el agua no los tocara.
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Hasta centros educativos fueron afectados.
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Copeco extendió la alerta roja en los municipios cercanos al río Ulúa por 48 horas más.