“Piratas” atacan velero hondureño Rosalinda; robaron “más de L10,000”

Ni siquiera ha tocado el mar, pero el único velero construido en Tegucigalpa, bautizado “Rosalinda”, ya sufrió un robo, al estilo “pirata”.

Don Marlon Martínez, constructor del barco, fue quien confirmó la noticia.

Martínez comentó que hace unos meses, siguiendo las recomendaciones de la Fuerza Naval, solicitó un préstamo bancario para comprar material y fabricar un nuevo ‘troco’ para su barco.

De acuerdo con su palabras, fueron más de 60,000 lempiras los que había invertido en material.

”Me robaron parte del material, unos 10,000 lempiras, y no puedo terminar el ‘troco’ porque me quedé sin fondos. Lo que se robaron fue hierro. Quien sabe de construcción coincidirá en que es carísimo”, comentó.

Por otro lado, don Marlon aseguró que tanto él como la comunidad tiene identificado al ladrón, pero, por sus creencias cristianas, él ha decidido no proceder legalmente.

”Fue el domingo por la madrugada”, recordó Marlon.

”Rosalinda” aún continúa en construcción, pero, según su dueño, ya muy pronto podrá ser puesto en mar abierto.

Como un profundo soñador que recuerda la fe de Noé, de quien la gente se burlaba llamándolo loco por la construcción de su barco en medio del campo, donde no existía agua ni mar, don Marlon Martínez comenzó la construcción de Rosalinda, un velero que lleva el nombre de su compañera de vida, que nunca lo dejó solo, a pesar de que para los demás parecía un sueño descabellado.

El objetivo de Martínez es navegar por las cálidas aguas del golfo de Fonseca en un barco construido con sus propias manos. Rosalinda es el resultado de su ingenio y experiencia en la fabricación de uno de los inventos de transporte más antiguos de la humanidad para desplazarse a través de las aguas.

Según Marlon Martínez, esta es la primera embarcación construida en la capital, marcando un hito en la historia hondureña.

Martínez contó a LA PRENSA que, después de terminar el velero, su plan era trasladarlo al sur de Honduras para hacer realidad su sueño de navegar por Coyolito, en el golfo de Fonseca.

No obstante, en agosto, cuando se disponía a trasladarlo, el velero se quedó varado en la calle principal de la colonia El Reparto debido a que, por su altura, rozaba los cables eléctricos. Esto causó que los vecinos de la zona presentaran quejas, ya que estaba obstruyendo el paso.