La odisea de Rosa Elena de Lobo tras el asesinato de su hijo

Casi una semana pasó desde que Saíd Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa y Rosa Elena Bonilla (ex primera dama) fue acribillado cuando salía de una discoteca durante la madrugada en Tegucigalpa, junto a otros tres jóvenes quienes también fueron asesinados.

Cuando se informó sobre el crimen de Saíd Lobo, uno de los hijos entre Rosa Elena Bonilla y Porfirio Lobo Sosa, la defensa legal de Bonilla solicitó un permiso especial para que pudiera despedirse de su hijo. Fue concedido.

Rosa Elena permanece detenida en la prisión de Támara declarada culpable por delitos de corrupción.

Desde entonces, según sus abogados, Rosa Elena de Lobo, quien ha librado desde 2018 sendos juicios que incluso le acumularon penas por más de 50 años (se repitió juicio), atraviesa “una situación vulnerable” y no estaría alimentándose de la forma adecuada adentro de la prisión.

Instaron durante los últimos días a autoridades a reconsiderar las medidas interpuestas a Bonilla de Lobo, pues consideran que se encuentra en peligro latente por la presencia de estructuras criminales en la prisión, incluso en el módulo femenino.

El Gobierno de Honduras, a través de Pedro Joaquín Amador, ministro asesor de Presos Políticos, solicitó a las entidades judiciales cambiar las medidas de Rosa Elena Bonilla por arresto domiciliario.

Amador, en el documento que fue publicado este miércoles, expone que Bonilla de Lobo es vulnerable adentro de la prisión. Incluso, se conoció que durante dos días, una mujer, implicada, según la Policía, en el crimen, estuvo en la misma cárcel. La misma entidad informó hoy que fue trasladada, aunque se desconoce a qué prisión. Tiene un requerimiento fiscal en su contra.

La policía presentó hipótesis que indican que el objetivo de la masacre era Saíd Lobo, hijo del expresidente Lobo (en imagen) y Rosa Elena Bonilla.

De momento, autoridades penitenciarias y judiciales no presentan un informe sobre el futuro legal y el estatus carcelario de Rosa Elena Bonilla de Lobo.

Los cuatro jóvenes fueron acribillados entre un paredón y la camioneta en la que viajaban. Seis personas han sido detenidas, aunque no está clara su implicación. Según autoridades, restan cinco detenciones.