Dicha investigación se desprende de la Operación Laberinto, ejecutada el 10 de septiembre de 2018, en virtud de una denuncia recibida en la Oficina Regional de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico de San Pedro Sula, respecto a que un ciudadano de nacionalidad guatemalteca, quien además posee identidad hondureña, se dedicaba al tráfico de drogas, producto del cual ha adquirido bienes en Honduras, los cuales aparecen a nombre de su familiares y asociados de negocios.