Crece el misterio: el invisible rastro de Belkis Molina, dos semanas desaparecida
La joven intibucana lleva más de dos semanas desaparecida. La DPI revela nuevos detalles tras una intensa investigación.
- 04 agosto 2022 /
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Dos semanas lleva desaparecida Belkys Suyapa Molina Gómez (25), quien es gerente de una cooperativa en La Esperanza, Intibucá, y sus familiares claman más que nunca que aparezca sana y salva.
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El vehículo de Molina, una camioneta Ford Escape, color gris, fue hallado durante las últimas horas. Hasta ayer, ni el vehículo ni ella han podido ser registrados en ningún sistema de videovigilancia y tampoco se ha reportado su tránsito en los peajes, tanto del centro del país como de la zona norte.
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Christian Nolasco, portavoz de la DPI, informó ayer a LA PRENSA que la familia se reunió con autoridades y ya el alto mando de la Policía Nacional giró instrucciones con el fin de agilizar las averiguaciones y encontrarla cuanto antes.
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El ciudadano Wilmer Molina, maestro de la hondureña, reveló que en la casa de Belkis hallaron las llaves de su oficina y también que su computadora había quedado encendida.
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La joven desapareció sin dejar rastro el pasado 21 de julio en La Esperanza, Intibucá. Desde ese día familiares, amigos y personas cercanas no han cesado su búsqueda clamando justicia, sin embargo, hasta el momento no hay respuesta por parte de las autoridades.
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“El carro aún no lo hemos visibilizado en las búsquedas, aunque ya tiene interpuesta la alarma, y si cruza por algún lugar con sistema de vigilancia será reportado. Interpol ya tiene notificación, y en caso de que entre a otro país será reportada también”, afirmó Christian Nolasco.
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Aunque hasta el momento no se ha dado a conocer ninguna hipótesis, el comisario Nolasco indicó que se indaga una relación sentimental que sostuvo la joven y que ya había terminado al momento de su desaparición.
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“Laboratorios de informática forense y video forense analizan aparatos electrónicos, pero esto tarda, y en caso de que se transforme a un delito se agilizan las diligencias porque estar desaparecida no es un delito”, manifestó.
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Su acongojado padre, Álvaro Molina, pidió entre sollozos que su único anhelo es volver a ver viva a su hija, “yo solo les suplico que quiero ver a mi hija con vida. No les pido más”.
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Molina era gerente de una cooperativa de ahorro y crédito.