“Desde el momento en que llegaste, nuestras vidas cambiaron para siempre. Eres una bendición, un regalo de Dios que nos ha llenado de amor y esperanza”, escribió Yailín, en aquel momento, para acompañar dicha fotografía. “Nos has robado el corazón con tu sonrisa y tus pequeñas manitas. Cada vez que te miramos, sentimos una emoción indescriptible, una mezcla de felicidad, gratitud y admiración”.