A sus 58 años, el actor sigue demostrando que está en forma para ejecutar difíciles coreografías de pelea, pero confiesa que no puede negar que comienza a sentir el paso de los años en su cuerpo. “La vida es vida y esta tiene muerte, por eso no puedo correr y saltar y jugar tanto como antes (...), intento reconocerlo y aceptarlo, pero es algo que me aflige”, dijo Reeves.