Amanda Bynes: el antes y después de la exestrella juvenil

La actriz Amanda Bynes ha recibido apoyo en redes sociales por reconocer que necesitaba ayuda psiquiátrica y tomar las medidas necesarias para conseguirla en medio de un “episodio psicótico”.

Amanda Bynes caminaba por el centro de Los Ángeles sin ropa cuando detuvo un automóvil y le dijo al conductor que estaba sufriendo un “episodio psicótico”, antes de llamar ella misma al 911.

Amanda Bynes, quien ahora tiene 36 años, fue una de las actrices juveniles más exitosas de los 90 y principios de los 2000.

En 1996, Amanda Bynes, de 10 años, saltó a la fama cuando consiguió un papel en la serie “All That” de Nickelodeon. La joven estrella disfrutó de tal éxito que fue galardonada con su propio spin-off homónimo, “The Amanda Show”, tres años después.

A raíz de eso, Amanda forjó una carrera impresionante, mientras hacía la transición sin problemas al cine, con papeles protagónicos en películas muy queridas como “She’s the Man” y “Easy A”.

Sin embargo, en 2012, Amanda fue arrestada por conducir bajo los efectos del alcohol, y esto marcó el comienzo del comportamiento preocupante de la estrella.

En 2013, Amanda fue acusada de poner en peligro imprudentemente y posesión de cannabis, y en julio de ese año, fue detenida después de que supuestamente prendió fuego en la entrada de la casa de un extraño.

Si bien fue hospitalizada involuntariamente para una evaluación de salud mental, los padres de la actriz solicitaron que la pusieran bajo una tutela temporal.

Esto se otorgó en agosto de 2013 y le dio a la madre de Amanda el control a corto plazo de sus finanzas y asuntos personales.

En octubre de 2014, Amanda volvió a generar preocupación cuando acusó a su padre de abuso emocional y sexual en Twitter.

Sus padres negaron con vehemencia las afirmaciones y Amanda dijo más tarde que él nunca había abusado de ella. Preocupó aún más a sus seguidores cuando pasó a tuitear: “El microchip en mi cerebro me hizo decir esas cosas, pero él fue quien ordenó que me pusieran un microchip”.

La tutela inicial de Amanda había llegado a su fin en este punto, pero su madre se convirtió en su tutora por segunda vez poco después. Más tarde se anunció que a Amanda le habían diagnosticado trastorno bipolar.

En los años que siguieron, Amanda se mantuvo en gran medida alejada de los reflectores y completó una licenciatura en el Instituto de Diseño y Comercialización de la Moda.

Y apenas el año pasado, Amanda contó con el apoyo de sus padres y su abogado cuando solicitó la terminación de la tutela después de casi una década.

Sin mbargo, el pasado lunes, el medio TMZ informó que la estrella fue hospitalizada en un centro psiquiátrico.

Según la publicación, Amanda caminaba sin ropa por el centro de Los Ángeles en las primeras horas del domingo por la mañana cuando detuvo un automóvil y le dijo al conductor que venía de un “episodio psicótico”.

La actriz llamó al 911 para pedir ayuda ella misma, y un equipo de salud mental determinó que necesitaba que la pusieran en espera en un hospital, después de que la llevaran a una estación de policía cercana.