Algunos famosos decidieron eliminar para siempre alguno de sus tatuajes que hacían referencia a sus exparejas.
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Al exjugador del Real Madrid y de la selección española Guti no le costó tapar el nombre de su exnovia Noelia López, por el de su pareja actual y madre de su hijo, Romina Belluscio, de quien solo se tatuó las iniciales.
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La actriz Angelina Jolie buscó un procedimiento para borrar de su cuerpo los tatuajes relacionados con el actor Brad Pitt. La diva no había aprendido la lección, pues había hecho lo mismo tras enamorarse perdidamente al comienzo de los 2000 de Billy Bob Thornton.
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Marc Anthony se enganchó a Jennifer Lopez, y por eso se tatuó su nombre en la muñeca derecha. Cuando se separaron en 2012, no lo pensó dos veces para eliminar el nombre de su piel.
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Johnny Depp se tatuó la palabra SLIM en sus nudillos, el apodo con el que conocía a Amber Heard. Su exmujer. La actriz lo acusó de malos tratos y violencia doméstica.
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La historia de amor de Justin Bieber con Selena Gomez. Justin se enamoró con locura de la cantante y se tatuó un ángel en su antebrazo que guardaba un gran parecido con la exchica Disney. Tras romper su relación pensó en borrárselo, pero acabó por reducirlo.