“El motivo de saltarnos a este código que siempre hemos elegido, el del silencio, no es ya solo por la tergiversación, la especulación grave y las barbaridades que tenemos que escuchar, sino porque hablamos de dos menores vulnerables que no tienen nada que ver con este mundo más allá de ser hijos de quienes son”, puntualizó la periodista Sara Carbonero.