Se retiró del estadio y no volverá: Vida de Doña Queta dio un giro

Doña Queta es la emblemática aficionada del Marathón y su vida dio un giro por lo que ella se ausentó del estadio.

A sus 87 años de edad, Doña Enriqueta Sagastume, mejor conocida como Doña Queta, mantiene su sentimiento por Marathón, aunque ya no puede asistir al estadio.

Por muchos años , se pudo ver a Doña Queta apoyando a su amado Marathón y muchos aficionados del verde la consideran como la madre de ellos.

Sus gritos y regaños se extrañan en el estadio Yankel Rosenthal por lo que muchos se han comenzado a preguntar con mucha tristeza,¿qué ha pasado con nuestra amada Doña Queta?, ¿por qué ya no la vemos en los juegos?.

Un derrame cerebral sufrido hace tres años se ha ensañado con la vida de Doña Queta, la lucidez ya no es la misma de hace unos años, hoy a sus 87 años de edad vive una realidad diferente y ya no se vale por sí sola y está al cuidado de sus tres hijos.

“No sé por qué me sucedió esto, son cosas de Dios. Enfermedad no tuve”, nos comenzó relatando al recordar el episodio de su accidente.

En la casa de Doña Queta se respira un ambiente de fútbol y pudimos comprobar su amor al Marathón ya que cuenta con varias fotografías y banderas alusivas al cuadro verde.

Doña Queta no pudo evitar las lágrimas al señalar que extraña ir al estadio para ver a su amado Marathón.

“Me hablan del Marathón y es como que me han pegado un macanazo (golpe). Es mi vida”, relató doña Queta.

El 19 de mayo del 2018 fue la última ocasión donde ella pudo ver en directo a su querido club en la final donde le dieron la satisfacción del título luego de que se impusieron en tanda de penales ante Motagua.

Ella es consciente de que posiblemente ya no vuelva a un recinto deportivo debido a muchas dificultades: “Sinceramente se lo hablo, ya no. Ya de aquí no puedo pasar”, señaló con mucha tristeza.

¿Siente que en su momento le afectó su salud ver partidos de su equipo?, ante la consulta, la aficionada no dudó en responder de forma contundente: “Toda la vida”, dijo de forma breve.

“Para mí el Marathón es mi corazón, un amor, es mi vida”, recalcó la anciana que radica en el Barrio San Francisco de San Pedro Sula, en una casa que florece la pasión por el club teñida de pósters del mismo Marathón.

Un momento curioso de la plática fue cuando le consultamos sobre qué pasaría si un familiar suyo decide ser seguidor de otro club y no del verde: “Qué se vaya a la mi..., que se vaya, no me importa, así de sencillo”, respondió sin tapujos.

Al fondo de una calle de tierra, un portón verde y rojo nos dio a entender que aquí vive la aficionada más fiel del cuadro verde, cuya vivienda se respira un ambiente de fútbol y es evidente su amor a los colores verde, rojo y blanco.

Doña Queta pidió un último deseo: “Dígale a Victor Coello que se junten con ustedes para que venga, tengo deseos de verlo, que por favor venga tan siquiera una vez, solo eso”, terminó diciendo la emblemática seguidora del Marathón.