Sin duda el fin de una relación sentimental es un momento difícil en la vida de cualquier mujer. Pero estar sola significa también darse la oportunidad de replantear el camino a seguir, y hacer lo que ellas más saben: mejorar por dentro y por fuera.
En vez de lamentar los errores, culpas, miedos y expectativas no cumplidas que influyeron en la ruptura, hay que pensar con inteligencia, pues si la decisión fue suya significa que está lista para seguir adelante. Pero si no lo esperaba, tampoco es válido dejarse vencer irremediablemente.
La psicóloga Karol Pineda comenta que “el fin de una relación es algo muy doloroso para las personas, en especial para las mujeres porque tienen una mayor apertura emocional”; no obstante, muchas siguen adelante más renovadas y felices que nunca porque toman con importancia las riendas de su vida.
Volver a sonreír
“En estos casos, el cambio individual puede ser lo único que ayude a la mujer a salir adelante. Cuando algo sale mal lo lógico es enmendarlo o mejorarlo y esto es lo que sucede al terminar una relación; la mujer quiere verse mejor de lo que se vio antes, quiere enmendar sus errores y quiere hacer cosas que a ella la hagan sentir importante y valorada”.
Esto explica por qué muchas mujeres se renuevan por completo después de una relación, independientemente de si fue buena o no. Mejoran su aspecto físico con un corte de cabello o un guardarropa nuevo, retoman las actividades que en algún momento dejaron atrás como la profesionalización, un viaje o simplemente se toman un tiempo y un espacio para compartir con los seres queridos o las amistades.
Cultive su felicidad
Lo anterior también implica que no hay que olvidar que solas o en medio de una relación no hay motivo para descuidarse en ningún aspecto.
“Lo idóneo es que la mujer cuide de sí misma y constantemente vele por sus deseos mientras esté en una relación”, explica Pineda; pues en realidad siempre es buen momento para que ella mejore tanto en planes como en anhelos.