El viceministro de Seguridad para la zona central del país, Hugo Suazo, fue el protagonista del mayor “planchón” del año. En medio de una penosa confusión reveló el nombre de un testigo protegido que colabora en la investigación del asesinato del diputado Mario Fernando Hernández. El funcionario policial lo señaló como “sospechoso” del crimen cuando en realidad colaboraba con el Ministerio Público.
“No hay ningún capturado y la persona que fue expuesta estaba sirviendo como testigo protegido dentro del proceso de investigación”, manifestó el Coordinador del Ministerio Público, Rafael Fletes, quien señaló que la declaración entorpecería la investigación. Mientras el viceministro Mario Perdomo defendía a su colega, la madre del testigo protegido clamaba a la Secretaría de Seguridad protección para su vástago y para su familia.
“El viceministro es un irresponsable porque dio el nombre de mi hijo cuando no debió. Él es inocente de todo lo que se le acusa; está colaborando nada más”, dijo. Angustiada, la señora expresó que abandonó su casa y salió huyendo con sus hijos y nietos. “Todos corremos peligro. Mi hijo no ha cometido ningún ilícito. No sé por qué lo implican en esto”, declaró a LA PRENSA. Afirmó que de sucederle algo a su hijo o a su familia, el culpable sería Suazo.
