Cuando el clima no emanaba el mejor de sus momentos, una luz apareció en constante movimiento, en medio de una multitud de niños, adolescentes y personas mayores hizo su aparición Tony Meléndez para suprimir los sinsabores.
Las Obras Sociales Vicentinas, Osovi, fueron el lugar perfecto donde ayer llevaron al mensajero de la paz, esperanza y fe.
Sumergido en la realidad donde impera la fuerza de voluntad, Meléndez compartió su tiempo con las personas que están en “La casa del joven” y “Teletón”.
A derrotar la impotencia
Recibiendo afectuosos abrazos e innumerables gestos embalsamados de felicidad, Tony recorrió cada espacio de estas fundaciones que albergan a personas con discapacidad físicas, pero con una fuerza incalculable para salir adelante.
“Cuando yo nací mi madre lloraba al verme sin manos, sin embargo mi padre no dejaba que me escondiera detrás de mi madre para que enfrentara la realidad”, dijo Tony haciéndole saber a las progenitoras que no tienen que dejar que sus hijos le huyan a la realidad.
Mientras hablaba, su hermano entraba con la guitarra, ubicaba una toalla blanca y hacía descansar el instrumento sobre ella, Tony se sentaba en la silla y empezó su corta pero significativa presentación.
“Aquí vine a disfrutar, a dejarles un poco de mi fuerza, un poco de mi valentía, así que todos cantemos unidos” y empezó a cantar “la bamba” con todos los presentes.
Antes de finalizar su presentación dijo “debemos tener fe y amor, porque vienen momentos difíciles y hay que tener fuerza.
La fuerza de voluntad se necesita en casos extremos, cuando ya no tengamos otra opción para poder sobrellevar una ingrata situación”.
En repetidas ocasiones les imploró a las madres que no dejen que sus hijos por cualquier impedimento físico que tengan se aíslen del mundo real, que derroten ese espítiru de impotencia y le den cabida a la magnífica fuerza del corazón.
“Los padres no deben sentir vergüenza de sus hijos, si ellos tienen problemas para caminar déjenlos que caminen así y si su hijo tienen problemas para hablar, déjenlo que ellos sean como son” y mientras hablaba hacía los movimientos que corresponden a cada una de las posibles vergüenzas que los padres pueden tener por sus hijos.
Los niños se le acercaban a tomarse fotografías y a saludarlo y abrazarlo y dijo: “Siento que tengo miles de manos al ver a los niños acercarse a mí”.
Con la humildad que lo caracteriza, se despedía de las personas que pudieron escuchar su talento como artista, dejando en el pasado su impedimento y dando una lección de poder es querer.
Sus ojos inundados de lágrimas por corresponder a esta triste realidad daban paso a que el momento se tornara nostálgico y que llegara la hora de despedirse.
Sonriéndole a la vida dijo “espero verlos pronto”.
Presentación
El cantante Tony Meléndez ofrecerá esta noche el segundo concierto a las 7.00 pm en el Centro Social Hondureño Árabe. Valor de las tarjetas: L800, 600 y 300 lempiras.
Agenda
Hoy el cantautor firmará autógrafos de su libro, a las diez de la mañana, en el hotel Holiday Inn. La obra está disponible en las librerías Santa Clara, Pan y Vino y Metro Nova.