La actriz Katie Holmes y su esposo Tom Cruise, que anunciaron su divorcio el mes pasado después de cinco años de matrimonio, han llegado finalmente a un acuerdo para terminar con su relación a efectos oficiales.
En este acuerdo se establece que el actor pagará más de 10 millones de dólares en concepto de pensión para su hija Suri.
Varias fuentes insisten en que los rumores que apuntaban que Katie recibiría más de 50 millones son “ridículos”. Las mismas fuentes han revelado a TMZ.com que Tom pagará “mucho dinero” por la pensión y que la cantidad total “superará los 10 millones de dólares”. El artista deberá pagar esta cifra a su hija durante 12 años, hasta que Suri (6) sea mayor de edad.
Katie cuenta con la custodia de Suri, pero el intérprete tendrá también derecho a visitarla con frecuencia.
Un divorcio bien planeado
Katie preparó su separación en el más absoluto secretismo. A principios de junio alquiló un apartamento en Nueva York, y le dijo a Cruise que se mudaría para tener más privacidad y huir de los paparazi. Esta fue la primera fase para sacar todas las cosas de su casa sin dar pistas sobre sus verdaderas intenciones. La actriz utilizó un teléfono móvil desechable para hablar en secreto con sus abogados y preparar los detalles legales del divorcio, según informa Los Ángeles Times. Pero no solo hablaba con sus abogados y familiares.
Otro de los grandes apoyos de Holmes ha sido la actriz Nicole Kidman, exesposa de Cruise, quien le ha aconsejado a lo largo de este duro proceso.
Según revelan fuentes de la revista US Weekly, Katie recurrió a Kidman, con quien tiene una amistad desde el 2006, cuando vio que su matrimonio no tenía arreglo. Y la ex esposa de Cruise no ha dudado en ofrecerle toda su ayuda. “Han hablado durante las últimas semanas”, ha explicado una fuente. “Nicole ha sido un gran apoyo, diciéndole que ha pasado por lo mismo y que no flaquee”.