Un nuevo escándalo sacude el universo de los certámenes de belleza. Esta vez, el epicentro es Tailandia, donde el presidente de Miss Grand International, Nawat Itsaragrisil, protagonizó un tenso episodio durante las actividades oficiales de Miss Universo 2025, al solicitar la intervención de la policía para retirar la publicidad de una aplicación de apuestas en línea.
Según reportes de medios tailandeses y latinoamericanos, Nawat exigió la remoción de una lona promocional de Playtime, un casino online con licencia de PAGCOR (Filipinas), que figura como socio oficial de viaje de la Miss Universe Organization (MUO). El empresario argumentó que no desea que ninguna marca vinculada a juegos de azar esté presente en los espacios del certamen, dado que las apuestas digitales son ilegales en Tailandia.
La situación escaló rápidamente. Testigos afirman que Nawat solicitó la presencia de autoridades policiales para inspeccionar el área, lo que habría derivado en la detención temporal de miembros del staff del concurso. Aunque no se han confirmado cargos, el incidente generó un cruce de comunicados entre MUO y Nawat, quien recientemente fue desautorizado por organizar una cena con candidatas sin aprobación oficial.
Las acusaciones contra Anne Jakrajutatip, exgeneral de MUO
Este conflicto se suma a una serie de controversias que han rodeado al certamen en los últimos meses. Apenas días antes, Anne Jakrajutatip, directora general de MUO, y su hermana Pimauma Jakrajutatip, renunciaron a sus cargos tras ser señaladas por la Comisión de Bolsa y Valores de Tailandia por presuntas irregularidades contables en la empresa JKN Global Group, propietaria de Miss Universo.
La tensión entre las organizaciones de belleza en Asia parece reflejar una lucha por el control de la narrativa y la imagen pública de los certámenes. Mientras MUO defiende sus acuerdos internacionales, Nawat se posiciona como guardián de las normas locales, en un país donde el juego online es considerado ilegal.
Por ahora, ni MUO ni Playtime han emitido declaraciones oficiales sobre el incidente. Sin embargo, el episodio deja en evidencia las fricciones internas y los desafíos legales que enfrenta el certamen más importante del mundo en su edición 2025.