08/12/2025
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La madre de Taylor Swift reacciona al acoso que sufrió su hija

  • 10 agosto 2017 /

La progenitora de la artista, quien forma parte de su equipo de representantes, dio testimonio en calidad de testigo durante el juicio contra el locutor de radio que presuntamente habría tocado a la cantante

California, Estados Unidos.

En el segundo día del mediático juicio contra el locutor de radio David Mueller, al que la cantante Taylor Swift acusa de haberle tocado de forma inapropiada poco después del concierto que esta ofreció en Denver (Colorado) en el año 2013 -un incidente que no tardó en denunciar ante las autoridades, pero que no ha llegado a los tribunales hasta ahora-, ha sido la madre de la estrella del pop, Andrea Swift, quien ha acaparado todo el protagonismo al ocupar el estrado y, en su condición de testigo, ofrecer su más sincero testimonio sobre los hechos supuestamente ocurridos

Al ser preguntada por la forma en que reaccionó ante el presunto abuso de confianza del que habría sido víctima su famosa hija, Andrea no dudó en afirmar que la noticia le dejó profundamente 'alterada' y que incluso sintió 'ganas de vomitar' al visualizar la situación tan incómoda en la que se habría visto inmersa la artista, según se desprende de su declaración en el juzgado.

La progenitora de la popular artista, de 59 años, también expresó su temor a que la imagen de la discordia, aquella que retrata a Taylor posando con el comunicador y su entonces novia Shannon Melcher tras el espectáculo, y la que presuntamente inmortalizaría el momento en que este habría situado su mano bajo la falda de la vocalista para agarrarle el trasero, pueda ser malinterpretada por algunos miembros del jurado.

En ese sentido, y teniendo en cuenta la confianza plena que tiene en su hija, Andrea quiso dejar claro que la sonrisa que exhibe la cantante en la imagen nada tiene que ver con la 'humillación' interna que sufría en esos momentos.

Solo un día antes, en la primera jornada del proceso legal contra David Mueller, el acusado no tardó en negar taxativamente los cargos que se le imputan y atribuir a un desafortunado malentendido la indignación que invadió a Taylor en los segundos inmediatamente posteriores a su breve encuentro fotográfico.