Será la boda real de este siglo. Por fin, el príncipe William de Inglaterra y su novia Kate Middleton contraerán nupcias en la primavera o el verano del próximo año.
Así lo anunciaron ayer al confirmar su compromiso matrimonial que rompió de una vez con todas la escalada de rumores sobre el anuncio nupcial y sorprendiendo al mundo con tan anhelada buena nueva. En una lujosa sala en el palacio de Saint James en Londres, ayer ante la prensa mundial Kate y William aparecieron por primera vez como novios oficialmente y contestaron las interrogantes de los periodistas que emocionados colmaron el espacio mediático.
Los novios atendieron solos a la prensa. En otro de los salones, la reina Isabel siguió la aparición de la pareja. Un portavoz de la casa real británica hizo saber que “la reina está muy feliz por el compromiso de su nieto”.
Dichosa
Kate reconoció que la idea de entrar a formar parte de la familia real es algo que “intimida”, pero confía en que estará a la altura.
Tomados de la mano respondieron preguntas, un poco tímidos pero sonrientes. “Somos muy felices juntos”, dijo Kate cuando se le preguntó cómo se sentían. Kate mostró en su mano izquierda su anillo de compromiso, el mismo que en su día lució Lady Di. Se trata de una pieza realizada coan un zafiro rodeado de brillantes. Para que resaltara aún más el anillo, Kate eligió un vestido en azul zafiro para presentarse en público.
La pareja cerró la jornada con una entrevista televisada en la que habló del papel que hubiese tenido Diana de Gales en su relación y cómo ven su influencia en sus vidas. “Lady Di ha sido una gran inspiración para mí, me hubiera gustado conocerla”, ha dicho Kate.
Inmediatamente, William agregó que “no espero que Kate ocupe los zapatos de mi madre, quiero que ella tenga su propio futuro”.
“Nadie va a ocupar el lugar de mi madre, lo que ella hizo fue fantástico, pero se trata de nuestro propio futuro, de nuestro propio destino. Kate será muy buena”.
Los novios se mostraron “ilusionados”. “Estamos muy felices. Ha sido un auténtico alivio y es muy agradable poder contárselo a todo el mundo”. Guillermo dijo que le resultó “bastante difícil” mantenerlo en secreto “especialmente durante las últimas dos o tres semanas, por razones por las que teníamos que guardarlo para nosotros”.
Aprovechó un viaje “romántico” a Kenia para preguntarle a Kate si quería casarse con él. Según la novia, el lugar y el momento fue “muy romántico y muy personal” aunque aseguró que “no se esperaba” que fuera a ocurrir cuando sucedió. Guillermo rehusó responder a la pregunta de si se arrodilló: “Eso permanecerá en secreto”.
El príncipe reveló que aunque se ajustó a la tradición real y se aseguró de tener el permiso del padre de la novia, Michael Middleton, planteó, primero, la gran pregunta a Kate. “Me sentí dividido entre preguntarle primero al padre de Kate, pero al darme cuenta de que realmente podría decirme que no, eso me echó atrás y pensé que si le preguntaba antes a Kate, él ya no me podría decir que no. Así que lo hice de esa manera. Y me las arreglé para hablar con Mike al poco tiempo de que ocurriera”.
La ley
William debió solicitar el permiso a la monarca, según una legislación que data del siglo XVIII.
La reina debió firmar una nota de aprobación bajo el titular del Gran Sello del Reino, en virtud de la Ley de Matrimonios Reales de 1772, que obliga a los descendientes del rey Jorge II a obtener el consentimiento del soberano.
Los padres, felices e ilusionados con la boda
Los padres de los novios están felices con la buena nueva de sus hijos. Durante una visita a Dorset, en el suroeste de Inglaterra, el príncipe Carlos dijo estar “obviamente ilusionado, muy muy ilusionado”.
“Han estado practicando lo suficiente”, agregó refiriéndose al largo noviazgo que mantuvieron los dos jóvenes de 28 años desde que se conocieron en la Universidad de Saint Andrews en Escocia.
Los esposos Middleton, Michael y Carole, ya habían interactuado con la familia real en ocasiones anteriores, como la graduación del príncipe William. Además, hace tres años fueron invitados a la residencia real de Gloucestershire, donde les recibió el príncipe de Gales.
“Eso significa que gano una hermana, que es algo que he querido siempre”, indicó el príncipe Enrique.
La sortija, legado materno
El príncipe William regaló como anillo de compromiso a su futura esposa una joya de su madre, la fallecida Diana de Gales.
Se trata de un anillo con zafiros y diamantes que el príncipe Carlos regaló en febrero de 1981 a su novia Diana Spencer. En aquel momento el anillo costó 28 mil libras que hoy son unos 44 mil 600 dólares, cerca de 900 mil o un millón de lempiras.
William dijo que el anillo le fue entregado a Kate durante un viaje safari que sostuvieron en Kenia en alguna fecha en octubre. Lo anduvo durante tres semanas en su mochila.
“Como ustedes pueden reconocer, al anillo de compromiso es el de mi madre”, declaró un emocionado William. “Es muy especial para mí y Kate es ahora muy especial para mí. Es la manera que tengo de asegurarme de que mi madre no se pierda un día como el de hoy; la emoción y la noticia de que vamos a estar juntos el resto de nuestra vida”. Diana murió en 1997 en un accidente de coche.
