La Navidad es para los cristianos una oportunidad de acercarse más a la familia y sobre todo a Dios. No así para los que prefieren dejarse llevar por el consumismo de la temporada.
Durante esta época, las tiendas reportan ventas récords de alcohol y la gente parece solamente estar concentrada en la diversión; sin embargo, usted decide si quiere una Navidad cristiana o pagana.
El materialismo que priva en la época es desenfrenado y en muchas personas tiende a entristecer, pues algunas se olvidan del verdadero significado de las fiestas navideñas.
Dar y recibir amor
El padre Saturnino Senis dice que la Navidad es el misterio del amor y de la ternura de Dios.
“El Señor pide compartir sus vidas y la hace suya con sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y temores”, expresa.
El verdadero cristiano vive esta época compartiendo con sus semejantes los buenos deseos, haciendo realidad el mandato de Jesús.
“Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me ayudaste, estuve desnudo y me vestiste, estuve solo y me acompañaste”, son sólo algunas de las acciones que las personas de buen corazón pueden hacer en esta fecha.
“A veces, de tanto hacer algo, se olvida por qué se hace o para qué sirve, algo así puede pasar con la Navidad”, comenta Vilma Paz, coordinadora de grupo de jóvenes.
Esta época la promueven tanto los medios y la publicidad que se corre el riesgo de olvidar el verdadero significado.
Se debe hacer un paréntesis y reflexionar sobre aquéllas cosas que no le dejaron ningún beneficio a su vida y proponerse nuevas metas para el año que inicia.
Además del origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso con la tradición de convivencia familiar.
Es desde el siglo XIX cuando la Navidad empieza a afianzarse con el carácter que tiene hoy día, pues en ese siglo se popularizó la costumbre del intercambio de regalos; se creó a Santa Claus y la tradición de regalar tarjetas navideñas. Costumbre que con el tiempola mercadotecnia, en especial la norteamericana, aprovecharía para expander la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración.
Buenos deseos
Si bien es cierto que con la llegada de la Navidad los niños se entusiasman con los regalos, los padres están en la obligación de explicarles el verdadero significado de ese momento especial sin quitarles sus sueños e ilusiones.
No deja de ser valioso celebrar la generosidad y el cariño de una manera concreta. Y con esto, posiblemente sin ser conscientes, celebrar el mayor de todos los regalos: Dios Padre, regalando a su Hijo para que salvara a la humanidad del pecado y de la muerte.
Todas las personas se deben unir con el único propósito de brindar amor y paz a los más necesitados.
¡Viva dichosamente esta Navidad y que Dios lo bendiga!
Costumbres
Cena de Navidad: Consiste en un banquete a medianoche en honor al nacimiento de Cristo. Se comparte con la familia y las amistades.
Eucaristía: en la misa del 24 de diciembre se congregan las familias para dar gracias a Dios por las bendiciones recibidas en el año.
Adviento: Marca los cuatro domingos anteriores al día de Navidad, las familias se reúnen cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús.