¿Se ha preguntado si el hecho de que una persona sea zurda le hace diferente? Esto no es ninguna anormalidad. A continuación le detallamos algunos aspectos que le permitirán ayudar a quienes presenten esta forma de ser.
“Los menores zurdos necesitan tolerancia y paciencia por parte de sus padres y profesores, no basta con dejar que se las arreglen solos con su mano izquierda”, dice Amelia Erazo, sicóloga clínica.
Se les debe enseñar a enfrentarse con todas las tareas partiendo por una de las primeras herramientas: las tijeras de punta redonda para niños.
El mundo puede ser un lugar hostil para aquel pequeño que por razones genéticas funcionará con la “siniestra”, pero hay algunos indicios de que esto puede cambiar.
Ser zurdo no debería ser ningún problema; sin embargo, en algunas ocasiones, las presiones que afrontan éstos y la falta de atención del sistema educativo pueden causarles algunos problemas de aprendizaje.
Pocos tienen claridad acerca de las causas de esta condición que, vale especificar, no es un defecto neurológico ni un mal hábito motriz.
La escritura es un ejemplo común de las dificultades que deben superar quienes usan más la mano izquierda.
Escribir puede convertirse en una terrible complicación si se hace con ésta. La norma dicta que la escritura se realice de izquierda a derecha, pero para un zurdo esto resulta enormemente
complicado, pues a medida que escribe va tapando lo escrito con su mano y eso lo obliga a adoptar posturas forzadas e incómodas.
Estos niños suelen ser considerados más sensibles e imaginativos, aunque también menos hábiles y locuaces que los diestros, porque el hemisferio derecho comanda las funciones emocionales, creativas y musicales.
Por esta razón es que a estas personas a veces les cuesta más aprender las funciones de lógica-matemáticas y pueden llegar a presentar problemas de lenguaje y escritura.
Al menor parece dificultársele más las cosas, pues a su alrededor no cuentan con la logística especial que facilite su aprendizaje, como pupitres, lápices o tijeras para zurdos, explica Erazo.
Cuando el infante acude a la escuela sin definirse claramente por la derecha o la izquierda, pueden aparecer trastornos específicos de la lectura, confusión de letras como z-s, b-d; confusión de números, como el dos con el cinco, o puede comprender las cifras en forma de gráficos.
Sin el entrenamiento pedagógico adecuado puede confundir letras de grafía similar, invertir éstas, no recordar cómo se escribe una letra, entre otros, pero éstos pueden corregirse con el debido entrenamiento.
No es necesario educarles para que utilicen la mano derecha, ellos nacen así.
Su capacidad para usar la mano izquierda proviene de una preponderancia del hemisferio derecho del cerebro y obligarles a usar la derecha es hacerles ir en contra de su naturaleza.
Ser zurdo significa que el hemisferio derecho se conecta con la mano izquierda; casi siempre son personas creativas, expresivas e intuitivas.
Según los estudios científicos, los diestros usan mucho la razón, la lógica, las matemáticas y las ciencias.
Dificultades
Las personas que usan la mano izquierda pueden enfrentar problemas espaciales al escribir, molestias motoras, posturales o emocionales.
En ocasiones pueden presentar distorsión en el lenguaje y si son expuestos a las burlas de sus compañeros, pueden desarrollar fobia escolar.
Obligar al niño a usar la otra mano puede causarle serios problemas de aprendizaje.
Por ejemplo, se les deforma la letra y esto, en muchas ocasiones, deriva en que se les confunda con disléxicos.
Muchas veces se ha dicho que obligarles a usar la derecha puede desembocar en problemas de inseguridad, pero esto sólo sucede cuando se combina con otras particularidades.
Cómo reconocerlos
Los padres y maestros deben estar atentos a la mano que el menor usa para alcanzar los juguetes, lápices y objetos en general.
Debe verificarse qué mano prefieren los niños para alimentarse, cómo revuelven o baten algún líquido, si lo hacen en sentido inverso a las agujas del reloj, así como su modo de dibujar, ya que prefieren trabajar de izquierda hacia el centro del cuerpo.
Otros rasgos para identificar a un infante zurdo es que al estar de pie en una pierna se ve más seguro apoyado sobre la izquierda, que sobre la derecha.
Préstele atención al modo de cepillarse el cabello o los dientes y vea; además, la forma en la que atrapan la pelota.
Ventajas
Orientación:
Su sentido espacial es óptimo, a pesar que se les dificultan algunos procesos de aprendizaje que tienen que ver con el papel y el lápiz.
Adaptación:
Tienen facilidad para adaptarse a situaciones especiales como accidentes, lesiones o enfermedades.
Lectura:
Aprenden a leer al revés porque lo hacen utilizando su hemisferio derecho.
Creativos:
Son muy intuitivos y su oído musical está muy desarrollado.
Memoria:
Las personas zurdas tienen una fuerte memoria visual, recuerdan más las caras que los nombres, pues su cerebro es mucho más imaginativo y creativo.