Susan Atkins, una secuaz de Charles Manson que confesó el asesinato de la actriz embarazada Sharon Tate durante una masacre en 1969, padece una enfermedad terminal y ha pedido pasar sus últimos días con su familia fuera de la cárcel, dijeron las autoridades.
Atkins, de 60 años, lleva 37 en la cárcel de mujeres de Frontera, California, más que cualquier otra mujer en la historia de este estado.
Terry Thornton, vocera del departamento penitenciario, dijo que Atkins 'está muy enferma' y hospitalizada, aunque se negó a revelar cuál es la enfermedad. 'Su estado es muy grave y el pronóstico es malo', añadió.
Según los médicos, Atkins tiene menos de seis meses de vida por delante, lo cual podría volver inútil el pedido de libertad compasiva debido al tiempo que insumen las gestiones, dijo Thornton:
'A veces los presos que piden la libertad por compasión mueren durante el proceso'.
Atkins era la más conocida de las tres mujeres acusadas junto con Manson de los asesinatos de Tate y otras seis personas en 1969.
Los cuatro fueron condenados a muerte, pero la sentencia fue conmutada por cadena perpetua cuando la Corte Suprema declaró ilegal la pena capital durante un breve período en los años 70.
La junta de libertad condicional del estado debe decidir sobre su pedido o bien remitirlo a un tribunal de apelaciones. El año pasado, otorgó apenas 10 de 60 pedidos.