California, Estados Unidos.
Este aumento de peso supone un verdadero riesgo para la salud del único varón del
clan Kardashian después de que en 2015 le diagnosticaran diabetes tipo dos y acabara ingresado en el hospital tras olvidar administrarse su dosis de insulina necesaria.
Sin embargo, el embarazo de la modelo, con quien tiene a su hija Dream Renée, le hizo volver a comer sin control y desde entonces la situación no parece haber hecho más que empeorar.
Pese a los numerosos altibajos que sufrió su relación sentimental antes de llegar a su fin de la peor manera posible -con un escándalo en la esfera virtual y una demanda de por medio-, es justo reconocer que Blac Chyna logró lo que nadie de la familia de su antigua pareja había conseguido: hacer que Rob Kardashian abrazara un estilo de vida más saludable y siguiera una dieta estricta para perder peso.
Sin embargo, desde la ruptura con su exprometida y madre de su única hija -a quien acusó de serle infiel al tiempo que publicaba fotografías suyas comprometidas que le llevó a ser expulsado de Instagram- el diseñador de calcetines parece haberse refugiado en la comida rápida para lidiar con el estrés de sus problemas legales y la polémica generada por sus actos, volviendo a subir hasta las 300 libras que llegó a pesar en su peor momento, según informa ahora el portal 'Radar Online'.
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En su momento, él mismo reconoció que Blac Chyna le había ayudado enormemente a lidiar con su enfermedad preparándole comida casera y guiándole en sus entrenamientos, una nueva rutina que le permitió bajar hasta las 249 libras y comenzar a superar sus problemas de autoestima, animándose incluso a prometer públicamente que llegaría a las 198 libras.
