Aumentan las especulaciones sobre la razón por la cual la princesa Letizia de Asturias está tan demacrada.
Tras su visita a Uruguay hace dos semanas, la esposa del príncipe Felipe de Borbón lució una estilizada figura, nada desfavorecedora, pero que sí deja mucho que pensar.
Ya a mediados de 2005, exactamente días después de haber dado a luz a su primogénita Leonor, Letizia salió a la luz pública, dejando boquiabiertos a todos. Estaba exageradamente delgada.
Esto provocó que hasta se especulara que padecía de anorexia, lo cual fue desmentido contundentemente por la casa real española en una carta remitida al director del diario El Mundo, tras dos artículos aparecidos esta misma semana en sus páginas.
'Es absolutamente falso que doña Letizia padezca dicha enfermedad', escribió en la carta Juan González-Cebrián, jefe de relaciones con los medios de la casa de su majestad el rey.
Sólo trabajo
Los motivos sobran para que Letizia esté en forma. Septiembre hay sido muy intenso en la vida de la princesa de Asturias. En primer lugar, es el mes del año en el cual debuta como madre de una niña que inicia su vida escolar, y segundo, porque supone su regreso a los actos oficiales tras dar a luz a su segunda hija Sofía.
En su agenda estos próximos días se presentan muy intensos.
Después de celebrar en la intimidad una fiesta privada por su cumpleaños número 35, la princesa acudió junto a Felipe a la cena que los reyes de España ofrecieron en honor al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez Rosas.
Estrés
No fue, sin embargo, el único acto al que asistió. Llevó con su esposo a su segunda hija, la infanta Sofía, a la Basílica de Atocha. Ese mismo día, acudió a su primer acto en solitario desde su regreso al trabajo: presidió la entrega de los premios que concede la fundación Save the children, 'Amigos de los niños', en el Círculo de Bellas Artes de la capital española.
Al día siguiente acompañó a Felipe a la entrega de los premios de la Fase Nacional del Concurso Escolar 'Consumópolis' del Ministerio de Sanidad y Consumo.
El regreso al trabajo ha traído una agenda cargada para Letizia. Además de ser madre, tiene que cumplir con las actividades que rigen la casa real española y de las cuales no puede escapar por más que quiera, ya que es deber y obligación, y no placer y ocio en la vida social. Éste podría ser el motivo principal del excesivo adelgazamiento de la princesa de Asturias.
Más de su agenda
En septiembre Letizia participó en más de 50 eventos de rigor, como parte de sus responsabilidades.
La princesa enfrenta un grave problema: compartir equilibradamente su tiempo entre la familia y sus deberes reales y como madre.
