Los restos mortales del actor y comediante Miguel Galván, quien falleció el lunes a las 23.00 horas, son velados en una agencia funeraria de la ciudad, donde familiares, amigos del espectáculo y admiradores acuden a darle el último adiós.
El comediante dejó de existir a los 50 años de edad, luego de una hipertensión y dolor de espalda que lo llevó a la hospitalización el 7 de marzo.
Se informó que la diabetes que padecía le afectó órganos vitales como la parte renal, por lo que fue sedado para suministrarle antibióticos que a lo largo de más de 40 días mermaron su salud, hasta fallecer la noche de este lunes.
Lamentable
Entre quienes han asistido a su velación, además de familiares, está el productor Reynaldo López y los comediantes Lorena de la Garza, Gustavo Munguía y Adrián Uribe, quienes consternados ocultaron su llanto y dolor ante la pérdida de un gran amigo.
El cuerpo del fallecido histrión, quien en el hospital Santa Elena recibió atención médica y del personal de la Secretaría de Previsión Social de la Asociación Nacional de Actores, será cremado a las 09:00 horas de hoy, luego de que se formó una guardia de honor por parte de miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la Anda.
Su trayectoria
Miguel Galván nació el 13 de octubre de 1957 en Juan Aldama, Zacatecas. Saltó a la fama el 2 de enero de 1998 en un comercial de televisión donde interpretó a un reo sucio y cómico, que le valió el apodo de La Tartamuda.
Posteriormente participó en La hora pico desde el año 2000, el programa en el que interpretó personajes como La madre Sota, El Pollero, Carmelita Salinas, Laura en América y muchos más donde Galván exploró los recovecos de la risa. En La Parodia junto a Arath de la Torre, Angélica Vale y los Masca Brothers, Freddy y Germán Ortega, complementó las réplicas cómicas de la televisión nacional.
Sin embargo, también participó en telenovelas.
En 2003 actuó junto a Andrea Legarreta y Eduardo Capetillo en la entrega infantil Vivan los niños y en 2007 Destilando Amor fue su última historia en la pantalla chica.
