Roy Edward Disney, sobrino de Walt Disney, falleció ayer víctima de un cáncer a los 79 años después de una vida de lucha por conservar los principios del imperio animado fundado por su tío, informó el diario Los Angeles Times.
Hijo de Roy O. Disney, hermano de Walt y responsable durante años de llevar la gestión de la compañía, Roy fue accionista y miembro de la junta directiva de la empresa y forzó en varias ocasiones el despido de los consejeros delegados al entender que su gestión se alejaba del proyecto original de Walt Disney.
Defensa de patrimonio
En 1984 Roy tomó la drástica decisión de abandonar la junta directiva ante su malestar con la tarea del equipo de Ron Miller, yerno de Walt Disney, a quien acusaba de relegar a un segundo plano la división de producción de películas animadas para centrarse en negocios como el inmobiliario.
Su maniobra acabó por forzar el nombramiento de una nueva cúpula dirigente encabezada por Michael Eisner, Frank Wells y Jeffrey Katzenberg, quienes tras una inversión de 10 millones de dólares en equipamiento para animación por ordenador retomaron la senda de las historias clásicas que hicieron famoso a ese estudio.
De aquel período nacieron títulos como “The little mermaid”, “Beauty and the beast”, “Aladdin” y “The lion king”.
“Roy era el padrino, el campeón, el que creía en esto”, aseguró Peter Schneider, ex presidente de Walt Disney Feature Animation.
En 2003 volvió a dar un golpe en la mesa del consejo para obligar a la salida de Eisner, a quien él había ayudado a nombrar y con quien habían surgido tensiones durante aquellos años. Roy E. Disney fue un multimillonario con una riqueza estimada en 600 millones de dólares y, aunque su apariencia era sencilla, tenía un castillo en Irlanda y tenía un avión privado.
