El cuerpo del artista hondureño Moisés Canelo fue llevado la noche del sábado 28 de septiembre a Funerales del Recuerdo en San Pedro Sula para ser velado por sus amigos y familiares.
En un ambiente muy tranquilo, aunque en medio de silenciosas lágrimas, sus hijos, esposa y demás allegados compartieron anécdotas del fallecido cantautor mientras se acercaban a su féretro para apreciarlo por última vez.
El cuerpo del inigualable músico fue colocado en un ataúd gris con detalles plateados, la bandera de Honduras sobre el mismo, rodeado de elegantes marcos con rosas blancas y una fotografía de él en vida que fue capturada en Omoa por Yoseph Amaya, fotógrafo de Diario La Prensa.
Vestidos de negro, representando el luto de la irreparable pérdida, los seres queridos de Moisés Canelo llegaron a partir de las 8:00 pm y se fueron sumando en el transcurso de la noche más personas que apreciaban al talentoso artista.
Su esposa, Jemima viuda de Canelas, manifestó con tristeza en el rostro su agradecimiento a todas las personas que le acompañaron en este momento difícil, asimismo, expresó que la repatriación del cuerpo fue un proceso rápido y sin obstáculos que lamentar.
Por otro lado, su hijo Max Canelas, de semblante más sereno, compartió algunas de sus vivencias más recordadas junto a su padre, reiterando al pueblo hondureño que no dejen morir el legado de un gran artista que tuvo el honor de convivir con artistas internacionales como Juan Gabriel, José José y Camilo Sesto, por citar algunos ejemplos.
Entre otros testimonios, su hija, Silvia Canelas, manifestó que don Moisés fue un hombre muy carismático y bromista, pero que odiaba las injusticias y siempre quiso transmitir un mensaje de paz a través de su música y el amor por el país que lo vio nacer.
No obstante, en su rostro se reflejaba el dolor de la partida de su papá pero aseguró estar agradecida con Dios por haberle permitido estar con él durante su enfermedad y en sus últimos días de vida.
