La décimo octava edición del Barcelona Bridal Week comenzó en la Gran Vía de esta metrópoli española, donde el gran maestro del couture nupcial, Cristian Lacroix, le dio el empuje inicial a la actividad.
Abrió el espectáculo con una descarga de diseños algo teatrales y alejados de la sencillez, en colores no blanco y con toques de color, brillos y detalles en negro.
Las firmas como Rosa Clará, Pronovias, Jesús del Pozo, Hannibal Laguna, Jesús Peiró, Vittorio & Lucchino, Antonio Miró, Pepe Botella, Franc Sarabia, Fuentecapala o Raimon Bundó, entre otros, pasearon su talento en pasarela a través de espigadas modelos que apantallaron con exquisitas creaciones.
Abundan bámbulas de seda, garzas plisadas y toques de terciopelo de color.
Hay ajuares marcados en los años 50 en encaje de Calais, chantillís y gofrados en la que no han
Las regias columnas con amplias colas destacan en la propuesta. Y cautivaron también.
Los vestidos de novia cortos han tenido en esta 18 edición de la Barcelona Bridal Week su mejor momento en la colección del alicantino Pepe Botella, que en un desfile en el que ha rendido un tributo a las grandes voces femeninas de la música ha mostrado seis vestidos por encima de la rodilla.
Muchos de estos diseños estarán en Sposa boutique de Honduras, quien tiene la franquicia de Pronovias de España, donde muchos de estos diseñadores comercializan sus creaciones.
